Como todas las manchas de ropa, las de pintalabios parecen fáciles de quitar. Sin embargo, es una mancha difícil de quitar, sobre todo si el pintalabios ha empapado el tejido. Pero no hace falta recurrir a los productos químicos habituales para deshacerse de estas manchas. Aquí tienes algunos trucos mágicos y económicos para deshacerte de las manchas de pintalabios en la ropa.
Jabón líquido
Para quitar las manchas de pintalabios de la ropa, basta con utilizar jabón líquido. Primero, seca la mancha de pintalabios con una toalla de papel absorbente. Esto puede eliminar el exceso de color si la mancha es reciente. A continuación, moja suavemente la mancha con un poco de agua y unas gotas de detergente líquido. El jabón líquido es conocido por sus propiedades desengrasantes, que pueden eliminar las manchas de pintalabios. A continuación, déjalo sobre la tela durante 10 minutos. Aclara el tejido con agua y lávalo como de costumbre.
Glicerina líquida
Si este método no te funciona, prueba con glicerina líquida. Se trata de un líquido espeso que se puede comprar fácilmente en farmacias para eliminar las manchas de pintalabios. Para ello, mezcla tres partes de agua con una de glicerina. Aplica un poco de esta mezcla en las zonas afectadas por el pintalabios. Frota suavemente con un cepillo de dientes viejo. Cuando las manchas empiecen a desaparecer, puede proceder al lavado normal. Este método suele dar buenos resultados.
Aspirina
Para quitar las manchas de pintalabios de la ropa, puedes utilizar una pasta hecha con aspirina y agua. Es uno de los métodos más eficaces para eliminar las manchas difíciles de la ropa. Para ello, machaca 3 aspirinas y mézclalas con un poco de agua. Aplica la pasta resultante sobre la mancha de pintalabios con un pincel o una esponja. Déjala actuar durante 30 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, lava la prenda y comprobarás que la mancha ha desaparecido por completo.
Alcohol etílico
Si buscas el mejor producto para eliminar las manchas de forma rápida y eficaz, confía en el alcohol etílico. Es muy sencillo: empapa un algodón en unas gotas de alcohol y frota ligeramente la mancha para hacerla desaparecer.