El mes de mayo es sinónimo de colores que evocan elegancia, alegría y júbilo. Y si buscas la flor de mayo por excelencia, nada mejor que la azalea.
Pero a menudo, al comprar esta planta y llevarla a casa, se cometen una serie de errores comunes que pueden dañarla.
Aquí tienes unos valiosos consejos para tener una azalea sana y exuberante todo el año.
Mantener la planta alejada de la luz
Si tiene una azalea en casa, suele colocarla en el interior, en el centro de la mesa o en una estantería bien alejada de las ventanas.
Sin embargo, la azalea es una planta muy variable, según la variedad. Puedes tenerla en el interior o en el exterior, pero necesita una buena dosis de luz solar indirecta. También debes evitar ponerla en un lugar donde la temperatura cambie mucho.
Si hace bastante calor, mantén la planta en el exterior. Si no, manténgala en el interior.
No quite el envoltorio de la planta
¿Acaba de comprar su azalea? Muchos cometen el error de dejar el envoltorio alrededor de la planta.
Sí, puede ser un envoltorio decorativo, pero debe retirarse inmediatamente. El motivo es que la película de plástico impide que la planta respire correctamente.
Exponer la planta a la intemperie
Si quieres poner tu planta en el exterior, evita tenerla en un balcón o terraza descubiertos.
De lo contrario, la lluvia del verano la dañará, al igual que el viento excesivo, que puede romper los tallos más frágiles.
Deje la planta en una maceta pequeña
Las azaleas suelen venderse en pequeñas macetas de plástico en las tiendas especializadas. Sin embargo, éstas no son adecuadas para el tamaño real de la planta.
Cuando llegue a casa, lo primero que debe hacer es trasplantar la planta a una maceta grande, preferiblemente de terracota o cerámica. También debes utilizar una tierra para macetas bien drenada y rica en nutrientes.
Si tienes jardín, puedes plantarla en el suelo, eligiendo un lugar que no esté demasiado expuesto a la luz solar directa.
Olvídate del riego
Una vez comprada la planta, puede tener la impresión equivocada de que su azalea está bien hidratada. Sí, pero no descuides el riego en los días siguientes.
Si la tierra está un poco dura al tacto, significa que tu planta necesita agua y que es hora de regarla.