El cuarto de baño es una de las estancias de la casa más afectadas por las bacterias y los gérmenes. Por eso hay que limpiarlo y desinfectarlo con regularidad para evitar posibles problemas de salud.
Así que probablemente se pregunte qué hacen los hoteleros para mantener sus cuartos de baño tan limpios y relucientes que dan ganas de quedarse en ellos todo el día. Pues bien, hoy vas a descubrir los geniales trucos que utilizan los hoteles para mantener sus cuartos de baño impecables. Ponlos en práctica ahora para asegurarte de que el tuyo también está limpio y perfecto.
Limpia los inodoros con productos naturales
Los inodoros necesitan una limpieza frecuente para mantener la higiene y la salud. No necesitas utilizar productos químicos nocivos para higienizarlos y limpiarlos en profundidad. Sólo necesitas 3 g de bicarbonato sódico, 2 g de zumo de limón y 10 ml de agua tibia. Mezcla estos 3 ingredientes y vierte la mezcla resultante en el inodoro. Déjalo actuar unos minutos y frota con un cepillo. Tira de la cadena y voilà, ¡tu inodoro estará limpio, ordenado y perfumado!
Limpieza de los accesorios del inodoro
No olvides limpiar la escobilla del inodoro, que está llena de suciedad, bacterias y gérmenes. Para ello, pon un poco de bicarbonato sódico, vinagre, sal y detergente en el portaescobillas. Sumerge la escobilla en esta solución durante unos 5 minutos y después aclárala con agua limpia. El vinagre blanco es un sustituto perfecto del bicarbonato sódico para limpiar inodoros y cuartos de baño.
Limpieza de la ducha
La ducha es una zona que requiere un mantenimiento casi diario para evitar la acumulación de cal y moho. De hecho, puede ayudarte a evitar una gran y tediosa limpieza. Para devolver el brillo a tu ducha, prepara este limpiador natural combinando a partes iguales agua y vinagre blanco. Aplica esta solución en el interior de la ducha y aclara con agua tibia después de dejarla reposar unos minutos.
Lavar ventanas y espejos
Cuando las ventanas y los espejos no se limpian correctamente, los residuos de polvo y suciedad se acumulan en la parte superior formando halos invasivos. Para dejarlos limpios y brillantes, utiliza alcohol o bicarbonato sódico. Coge un paño de microfibra y empápalo en un poco de alcohol. Limpia el espejo o el cristal con el paño y ¡volverá el brillo!