Los plantones de albahaca han empezado a aparecer en los alféizares de muchos balcones. Son simplemente magníficas, con sus hermosas hojas verdes.
Para que crezcan bien, no sólo hay que cuidarlas y evitar que las plagas las ataquen, sino sobre todo regarlas correctamente.
La albahaca: una planta aromática muy apreciada
¿Hay algo más deprimente que ver cómo se deteriora una planta de albahaca? Y eso que la compraste con grandes esperanzas de cultivarla en las mejores condiciones posibles. Así que renunciaste a la albahaca envuelta en plástico y a la albahaca picada congelada en favor de esta delicada planta comestible.
Aunque hay muchas hierbas aromáticas, la albahaca es una de las más utilizadas en las recetas de primavera y verano. Por eso sólo aparece en los supermercados en esta época del año.
Sin embargo, no todo el mundo es experto en regar y podar esta magnífica planta. Con su embriagadora fragancia, también ayuda a mantener alejados a los mosquitos.
Si la riegas así, pudrirás tu planta
Al igual que las suculentas, uno de los problemas de las plantas de albahaca es el exceso de riego. Todo se reduce a saber cuándo necesitan agua las plantas.
A pesar de su aspecto inocuo y discreto, la albahaca es una planta muy exigente en cuanto al riego. Para saber si necesita agua, comprueba con los dedos el nivel de humedad de la tierra. Si aún está húmeda, no tiene sentido regarla más.
El verano es una época crítica, y el calor tiende a secar la tierra, aunque la maceta esté a la sombra. Por eso tendrás que regar dos veces al día.
Para que tu albahaca crezca adecuadamente, necesitas instalar lo que los expertos llaman mantillo. Útil tanto en primavera como en verano, consiste en esparcir paja o un material similar alrededor de la planta para mantener la tierra húmeda.
Si tu planta está en una maceta y recibe mucha agua de lluvia, por ejemplo, lo mejor es trasladarla a una zona cubierta para que se recupere y no se pudra.
Cuando las hojas estén amarillas y caídas, es mejor liberar la planta, ya que le restan energía. Si notas que la planta se está muriendo, lo último que debes hacer es podarla, dejando una sección con nudos. Esto puede dar a la planta la oportunidad de recuperarse, gracias a la aparición de nuevos foliolos.