Vajilla: ¡nunca la seques con un paño de cocina! Es un grave error.

Secar la vajilla es una tarea ardua y que requiere mucho tiempo. Sin embargo, debe hacerse al menos una o varias veces al día.

Si eres un aficionado a la limpieza doméstica, probablemente prefieras limpiar la casa varias veces al día que secar los platos. Es una tarea bastante agotadora y a nadie le gusta hacerla. Este es el problema de todos los hogares que no tienen lavavajillas.

Los que sí tienen uno en casa lo aprovechan y lo utilizan tanto para lavar como para secar los platos, a pesar de su elevado consumo eléctrico. En pocas horas, la vajilla sucia introducida inicialmente en la máquina queda limpia, brillante y perfumada.

¿Por qué se arrepienten quienes no tienen lavavajillas?

Muchos hogares se arrepienten de no tener lavavajillas en casa. No lo quieren por respeto al medio ambiente, por falta de espacio o simplemente porque piensan que es innecesario y que son perfectamente capaces de fregar ellos mismos.

Lavar los platos a mano no es una tarea tediosa. En general, esta tarea se hace rápidamente e incluso llega a ser divertida y relajante, sobre todo en invierno, cuando el agua caliente corre sobre las manos. La fase de secado, en cambio, es un gran problema. Es un proceso largo y agotador que lleva mucho tiempo.

Limpiar los platos con un paño de cocina es un gran error: he aquí por qué

Muchas personas limpian la vajilla con un paño de cocina. Incluso se ha convertido en una rutina para ahorrar dinero. En realidad, debes saber que nunca debes secar los platos porque se secan solos.

Cuando hayas terminado de lavar, coloca los distintos utensilios sobre el fregadero, en el escurridor o directamente en el escurridor. Al recibir aire, podrán secarse fácilmente.

De hecho, ésta es la función principal del escurridor. Su papel es escurrir la vajilla para que se seque lentamente por sí sola y no queden gotas de agua o manchas que den sensación de suciedad. Una vez que los utensilios estén completamente secos, puedes volver a colocarlos en su sitio y estarán listos para ser utilizados de nuevo.

Evita utilizar un paño de cocina para ahorrar tiempo. Es un accesorio que corre el riesgo de ensuciar aún más tu vajilla, aunque esté limpia y acabe de salir del armario.