El arte de lavar la ropa no siempre es fácil y rápido de aprender y, especialmente, la ropa de colores nuevos puede resultar traicionera cuando la lavamos por primera vez. El riesgo de que se decoloren y arruinen el resto de prendas de nuestra ropa es alto y en este caso debemos actuar correctamente. Hay dos ingredientes especiales que pueden ayudarnos a evitar meternos en problemas. Uno es el vinagre de vino blanco.
Si te has comprado un bonito vestido rojo, o de otro color oscuro, y tienes miedo de lavarlo por primera vez en la lavadora porque crees que arruinará el resto de tu armario, tienes toda la razón. Esto es algo que no se debe hacer en absoluto, porque las prendas nuevas de colores siempre tienen un residuo de tinte que queda en la tela y que al entrar en contacto con el agua se desprende.
Lo que debes hacer es intentar eliminar estos residuos de las prendas y asegurarte de que el color se fije en ellas. Para ello basta con utilizar un ingrediente que todos tenemos en casa, que es natural y sobre todo económico, el vinagre de vino blanco .
Llena un recipiente con agua fría y añade un par de tazas de vinagre, aproximadamente medio litro por así decirlo. En este punto inserte el artículo de color, asegurándose de que quede completamente sumergido. Déjalo en remojo durante al menos 3 horas y enjuágalo bien con agua fría. Llegados a este punto, otro paso a dar antes de proceder habitualmente al lavado en lavadora es lavar a mano . Es importante, en este caso, utilizar un jabón para ropa delicada y de color.
Exactamente el mismo proceso también funciona si usas sal gruesa en lugar de vinagre. Añade tres cucharadas al recipiente lleno de agua y deja el vestido en remojo durante media hora. En este caso el tiempo debe ser menor. Finalmente lavar a mano como en el proceso usando vinagre.