La cal no necesita presentación, porque está presente en casi todas partes. Se vuelve muy antiestética cuando acaba invadiendo el cristal de la ducha. De hecho, es el agua de la ducha la que forma manchas en el cristal. Y si se descuidan durante mucho tiempo, se vuelven difíciles de eliminar.
Afortunadamente, existen remedios naturales especialmente indicados para este tipo de superficies.
Hoy vamos a ver el truco de los 2 paños, que es un método muy rápido y eficaz para limpiar los cristales y devolverles su aspecto brillante.
¿Cómo se utiliza el truco de los 2 paños?
Se trata de un método muy sencillo para decir adiós al engorro de limpiar los cristales de la ducha.
Como es un método de dos paños, necesitas preparar un paño de microfibra para mojar el cristal y limpiarlo de suciedad y cal, y otro paño de algodón para utilizar mientras se seca.
Esta técnica es uno de los viejos trucos de la abuela y también se utiliza para abrillantar marcos de ventanas y espejos.
Para poner en práctica este truco, tienes una amplia gama de ingredientes para utilizar.
Vinagre
El vinagre es el ingrediente perfecto para abrillantar los cristales de la ducha y combatir la cal.
Llena un barreño con agua caliente y vierte 1 vaso de vinagre. Utiliza vinagre de manzana si quieres que huela bien.
Empapa el paño de microfibra en él, exprímelo ligeramente y pásalo por el cristal. A continuación, seca inmediatamente con el otro paño de algodón.
Bicarbonato sódico
Junto con el vinagre, el bicarbonato de sodio es uno de los remedios caseros naturales más utilizados.
Su acción abrasiva disuelve hasta las manchas más difíciles. Por eso es perfecto para abrillantar cristales de ducha especialmente sucios.
Basta con disolver una cucharada y media de bicarbonato en un cubo de agua caliente y utilizar la mezcla resultante con los dos paños.
Para un aroma agradable, puedes añadir 3 ó 4 gotas del aceite esencial que prefieras y obtendrás un resultado fantástico y súper perfumado.
Zumo de limón
El zumo de limón no sólo es un producto fabuloso para eliminar la suciedad, sino también para dar un soplo de aire fresco a tu ducha.
El poder limpiador específico de este cítrico lo hace perfecto para abrillantar todas las superficies, especialmente el cristal.
Cuela el zumo de limón hasta 3/4 de vaso y añádelo a 500 ml de agua. Utiliza el método de los dos paños con esta solución.