

Todo el mundo tiene toallas viejas en casa. Para no tener que tirarlos, aquí te explicamos el método del cuenco. Ya no tienes que tirarlos.
Las toallas viejas suelen caracterizarse por una pérdida de suavidad y volumen que podrían recuperarse.
LAS TOALLAS VIEJAS SON TOALLAS ásperas
Cuando cambiamos las toallas de nuestro baño, esperamos que después de lavarnos la cara o las manos encontremos una consistencia suave que nos envuelva y mime. Desafortunadamente, éste no suele ser el caso. Esto sucede porque las toallas se han vuelto viejas o simplemente no han sido tratadas adecuadamente.
Cuando las toallas envejecen no sólo significa que se desgastan, sino sobre todo que pierden la suavidad que debe caracterizarlas. Su dureza podría deberse no sólo al paso del tiempo sino también a tratamientos incorrectos. Veamos cómo recuperar la suavidad de antes.

El método del cuenco
Antes de usar cualquiera de los ingredientes recomendados a continuación, asegúrese de leer la etiqueta de sus toallas. Esto evitará que se dañen.
Lo primero que debemos hacer es conseguir un recipiente lo suficientemente grande para colocar las toallas que queremos dejar como nuevas. Luego puede confiar en que se agreguen varios ingredientes al recipiente junto con agua y toallas.
El primer ingrediente es, sin duda, el vinagre de vino blanco. Este ya lo utilizaban nuestras abuelas por sus propiedades quitamanchas e higiénicas. No todo el mundo sabe que detrás de su olor acre también se esconde un gran poder emoliente. Por eso, en el recipiente donde tengas tus toallas, vierte un vaso de vinagre y luego añade agua fría. Las toallas deben dejarse en remojo durante aproximadamente una hora. Cuando enjuagas, notarás inmediatamente una mejor consistencia en tus toallas.
El segundo ingrediente que te proponemos se encuentra en todas las cocinas y es ecológico. Estamos hablando del bicarbonato de sodio, el suavizante de telas por excelencia. Dos cucharadas son suficientes para añadir al bol junto con el agua. El remojo puede durar media hora y luego enjuagar. Si deseas un efecto más potenciado, puedes utilizar bicarbonato de sodio y vinagre juntos.
¿Y si te dijéramos que la manzanilla también es una aliada de tus toallas viejas? Cuatro bolsitas de té son suficientes para darle nueva vida a tus toallas de felpa. Los sobres deben infundirse en agua caliente como de costumbre. Una vez que la mezcla se haya enfriado, se debe verter en el recipiente junto con más agua tibia. ¡Probar es mejor que estudiar!

Ten en cuenta que el método del cuenco es aún más efectivo si evitas exponer las toallas a la luz solar directa después del enjuague. Los rayos y el calor excesivo podrían endurecer aún más las toallas blandas.
