Lavar los platos, quitar el polvo y todos los olores desagradables que se pueden acumular en tu hogar, quitar los depósitos de cal, sacar brillo a los cubiertos… Las tareas domésticas son infinitas y mantener la casa requiere paciencia y dedicación. Algunos tienden a recurrir a productos domésticos comunes llenos de sustancias químicas que amenazan el medio ambiente. Otros prefieren el uso de consejos naturales y ecológicos, que no son menos eficaces. ¿Alguna vez has intentado lavar tu ropa de cama, especialmente tus almohadas amarillentas, con vinagre blanco? Es una apuesta segura que una vez que pruebes este consejo, no podrás prescindir de él.
Con el tiempo, las almohadas pueden volverse amarillas y provocar una acumulación de bacterias dañinas. Si bien solemos no prestar atención a este detalle con el pretexto de que las tapamos antes de recostar la cabeza sobre ellas, lo cierto es que los gérmenes pueden proliferar incluso con una funda de almohada. Este objeto que acompaña nuestras noches ocupa mucho espacio y hay que limpiarlo periódicamente y de forma adecuada.
Además, algunas personas no piensan necesariamente en cubrirse las almohadas y se exponen a riesgos considerables. Para enseñarte a blanquear tus almohadas amarillentas de forma ecológica y rápida, aquí tienes un consejo sencillo, natural y sumamente eficaz.
Los peligros de las almohadas amarillentas
Según el Dr. Charles Gerba, microbiólogo, la almohada es un caldo de cultivo para los microbios en el dormitorio y la mayoría de la gente no piensa necesariamente en cambiarla regularmente. “Tu cara está ahí todo el tiempo, lo que significa que hay muchos microorganismos”, explica. Sabiendo que las bacterias tienden a acumularse en un ambiente oscuro y húmedo, no es raro que estos patógenos invadan tu almohada durante la noche.
Según el libro Skin Diseases and Therapeutics, la sudoración es la principal razón por la que aparecen manchas amarillas en las almohadas. Pero si esta causa parece insignificante, no lo es. El Huffingtonpost cita a Mark R. Neustrom, que trabaja en Kansas City Allergy and Asthma. Para él, la almohada es un lugar propicio para la acumulación de polvo, grasa y piel muerta.
Además, a los ácaros del polvo les gusta vivir en colchones y almohadas. “No los vemos pero pululan entre las sábanas y las alfombras”, insiste el experto. Por ello, para evitar posibles riesgos para la salud y mantener una buena higiene en casa, es recomendable cambiar la almohada cada seis meses.
Según los científicos, es probable que los ácaros entren en los ojos, la nariz y el tracto respiratorio.
Un truco natural para limpiar tus almohadas amarillentas y dejarlas blancas como la nieve
Para limpiar las almohadas amarillentas y devolverles su blancura deslumbrante, puedes utilizar un truco de la abuela que ofrece excelentes resultados. Pero antes de adoptar este método, comprueba que tu almohada se pueda lavar a máquina.
Necesitará:
– 1 taza de detergente para ropa
– 1 taza de detergente para lavavajillas en polvo
– 1 taza de vinagre blanco
– 1 taza de bicarbonato de sodio
– Un recipiente lleno de agua caliente
Luego siga los pasos a continuación:
– Agregue detergente para ropa, detergente para lavavajillas, vinagre blanco y bicarbonato de sodio al agua caliente.
– Mezclar bien para disolver los ingredientes.
– Coloca tu almohada en el fregadero y déjala reposar durante una hora.
– Luego, mete la almohada en la máquina y ejecuta un ciclo de lavado normal.
Gracias a las propiedades limpiadoras y aclarantes de estos ingredientes conseguirás unas almohadas más blancas que nunca.