El hierro es uno de los micronutrientes más esenciales para la salud de las plantas. De hecho, la falta de hierro puede causar problemas a las plantas, ya que este elemento contribuye a la producción de clorofila. Cuando sus plantas sufren una carencia de hierro, las hojas se vuelven amarillas, lo que se denomina clorosis férrica.
Afortunadamente, es posible fabricar este mineral para reactivar la producción de clorofila y volver a tener hojas verdes y exuberantes. De hecho, existen varios métodos para añadir hierro a tus plantas, como enriquecer el suelo.
Sin embargo, la estrategia más fiable consiste en pulverizar una solución rica en hierro directamente sobre el follaje de tus plantas. Sí, es increíblemente eficaz, pero resulta bastante caro.
Así que te recomendamos que adoptes remedios caseros que te aporten un extra de hierro utilizando ingredientes comunes que tengas en casa.
Clavos oxidados: la solución ideal para dar hierro a tus plantas
¿Tienes clavos oxidados pero no sabes qué hacer con ellos? Esta es la solución infalible para aumentar el bienestar de sus plantas. El óxido es el óxido de hierro que necesita para aumentar el contenido de hierro de sus plantas. ¿Cómo utilizar el óxido?
Manzanas adornadas con clavos
En la Edad Media, la gente comía manzanas con clavos insertados en la pulpa para prevenir la carencia de hierro. Hoy en día, este antiguo método puede reutilizarse para crear un suplemento de hierro para las plantas.
Para ello, se colocan unos cuantos clavos oxidados en la pulpa de una manzana y se dejan reposar unos días. Los ácidos de la pulpa disolverán el hierro y lo transferirán a la manzana.
Retira los clavos y corta la manzana en trozos. A continuación, introdúcelos en 2 litros de agua. Filtra y pulveriza la mezcla sobre las hojas.
Limón con clavos
Si no tienes manzana, puedes sustituirla por un limón. Repite la misma operación: introduce clavos de hierro no galvanizado en la pulpa del cítrico y deja reposar 2 días.
A continuación, exprime el limón y diluye el zumo obtenido en 2 litros de agua hasta una cantidad de 2 ml. A continuación, rociar las hojas con el remedio.
