
Si tienes estufas de gas y te ha resultado difícil encenderlas, o no encenderlas, el motivo podría estar relacionado con la suciedad y residuos que se meten en el interior de los orificios de los propios quemadores. Hoy queremos recomendarte un remedio que hará que tu cocina vuelva a funcionar perfectamente.

¿Cuántas veces has ido a encender las llamas de tu estufa y has notado que ya no funcionan como cuando la encimera de gas era nueva? Te quedas ahí durante minutos dejando volar la chispa , antes de que la llama finalmente se apague. O, incluso, te rindes porque no empieza del todo.
Si esto sucede no siempre es por un mal funcionamiento de la electricidad o del gas, sino que más simplemente podría ocurrir porque se ha acumulado suciedad y restos de comida en las boquillas y orificios de los quemadores, impidiendo el flujo regular del gas a través de ellos.

Después de comprobar que no hay problemas de electricidad y gas, cerrar la válvula de gas por seguridad y desmontar los braseros. Retire las rejillas superiores y los quemadores, que suelen ser fáciles de quitar. Luego llena un recipiente con agua caliente y jabón de Marsella y déjalos en remojo. Hazte con un cepillo de dientes viejo y unos alfileres, o palillos, con los que limpiarás a fondo hasta los agujeros más pequeños y las grietas más estrechas. Utilice una esponja no abrasiva y limpie también la superficie a fondo .
Enjuague todo y déjelo secar bien antes de volver a montar los distintos componentes de la estufa. El problema, si la parte del sistema no se vio comprometida, debería solucionarse.
Al ser este un lugar donde se cocina, está muy sujeto a salpicaduras de alimentos, que con líquidos y polvo pueden acumularse y solidificarse creando obstrucciones . Una limpieza profunda periódica, que se debe realizar al menos una vez a la semana, evitará este tipo de problemas y garantizará a su placa una vida más larga .