Trucos para darle una segunda vida a las toallas y eliminar su mal olor

Las toallas que se guardan dentro del baño se utilizan para el aseo personal y por ello es muy importante que estén perfectamente limpias, para evitar la proliferación de gérmenes y bacterias que pueden perjudicar tu salud.

Ciertamente es fundamental no utilizar las mismas toallas para demasiados usos seguidos y por tanto cambiarlas periódicamente por otras limpias, también porque el baño es una de las estancias de la casa donde se acumula mayor humedad.

De hecho, muy a menudo sucede que las toallas no se secan del todo, o en todo caso tardan mucho en hacerlo y por este motivo no es recomendable reutilizarlas.

Por esto es preferible lavarlos con mucha frecuencia y preferir utilizar unos limpios y sobre todo secos.

Además, dado su uso continuo, a la larga tienden a perder su extrema capacidad de absorción y en consecuencia, existe el riesgo de provocar olores desagradables.

Para lavar correctamente nuestras toallas sería preferible utilizar amoniaco mezclado con detergente de lavadora, para que queden suaves y bien higienizadas.

Desde el primer lavado podrás notar la clara diferencia, pero recuerda no utilizar este método en cada lavado para no dañar el tejido.

También existe un método eficaz para hacer que las toallas limpias duren más y para ello el primer paso es lavarlas a máquina.

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De hecho, al encender el electrodoméstico es recomendable activar un programa de lavado a una temperatura de 60 grados.

De esta forma, la temperatura cálida del agua ayudará a eliminar la mayor cantidad posible de gérmenes y bacterias que puedan alojarse en el tejido de la tela.

Una última recomendación es evitar el uso excesivo de detergentes y/o suavizantes ya que, además de dañar el medio ambiente, suelen hacer que nuestras toallas pierdan sus propiedades de absorción con el tiempo.