Truco de locos: ¡una sola ramita de salvia es todo lo que necesito para purificar toda mi casa!

La salvia es la planta favorita de los herbolarios gracias a sus increíbles cualidades. La salvia se utiliza desde hace siglos en la cocina, pero también puede obrar milagros en el campo terapéutico. A la salvia se le atribuyen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Por eso mucha gente la utiliza para aliviar la tos.

La salvia también puede aliviar los dolores de garganta y los problemas bucales. Se suele utilizar en infusión o decocción. También puedes utilizar aceite esencial de salvia o extracto de salvia.

Aparte de todos estos usos, es posible que no conozca este otro uso sorprendente. Si quemas hojas de salvia, ¡tu casa quedará purificada y perfumada!

Salvia: ¡quema un tallo para purificar la casa!

Para purificar tu hogar, puedes utilizar la salvia o salvia officinalis. Es una de las formas más eficaces de disfrutar de un hogar puro y perfumado. Pero, ¿cómo hacerlo?

Sólo necesitas un manojo de salvia seca atado con un cordel, un cuenco para recoger la ceniza y una cerilla.

Para ello, pon la salvia en el cuenco y enciéndela con una cerilla. Deja que humee y luego remueve suavemente para apagar la llama. A continuación, saca el cuenco a pasear por la casa para esparcir el humo por todas partes.

¿Y si tienes una planta de salvia en casa?

Si quieres perfumar tu casa con salvia, tendrás que utilizar la planta seca. Puedes encontrarla en tiendas especializadas o en Internet. Si, por casualidad, cultivas una planta de salvia en casa, no hace falta que te gastes ni un céntimo en planta seca.

Para cuidar la planta, hay que regarla, pero no demasiado. Esto debe hacerse cuando veas que la tierra está seca, para evitar que el agua se estanque. Regar dos o tres veces por semana es más que suficiente.

Si tienes una planta de salvia en casa, asegúrate de que tiene suficientes ramas que puedas cortar. Después de quitar las ramitas, la planta necesita estar fuerte para seguir creciendo.

  • Empieza cortando las ramitas que necesites.
  • A continuación, júntalas para formar un ramo y átalo con un cordel.
  • A continuación, cuelga el ramo en un lugar seco para que se seque.
  • Al cabo de unos días o semanas, tus ramitas de salvia se habrán secado por completo y podrás utilizarlas para purificar tu hogar.