uy extendidas y utilizadas para la limpieza del cuerpo, la casa o los objetos que utilizamos más habitualmente, las toallitas húmedas ya están siempre presentes en nuestra lista de la compra. Pero, ¿existe alguna manera de crearlos en casa, ahorrando dinero y respetando el medio ambiente al mismo tiempo? La respuesta es sí, obviamente. Y hoy veremos cómo hacerlos en unos sencillos pasos.
La lista de remedios caseros para preparar y utilizar como alternativa a los productos de limpieza que se encuentran en el mercado es realmente larga. En el pasado hemos visto, por ejemplo, cómo hacer un detergente para platos casero , o uno para la ropa , o incluso un detergente para limpiar lentes y monturas de gafas . Hoy, sin embargo, veremos cómo hacer toallitas húmedas en unos sencillos pasos.
Empecemos por los de los niños , que utilizamos para limpiarles las manos, la cara y cuando les cambiamos el pañal. En este caso la “receta” será evidentemente más delicada. Necesitaremos unas toallas viejas, que cortaremos en trozos pequeños más o menos del tamaño de una toallita, de hecho. Por supuesto tendremos que lavarlos e higienizarlos bien.
Preparemos una infusión sencilla de manzanilla , alrededor de una taza, como si fuéramos a beberla. Colócalo en un recipiente y añade más agua hirviendo, una cucharada de aceite de oliva, un poco de leche limpiadora para bebés (una cucharada por cada 200 ml de líquido) y unas gotas de aceite esencial de manzanilla o lavanda. En este punto, cuando la mezcla se haya enfriado lo suficiente, sumerge las toallitas caseras en ella y, finalmente, colócalas aún húmedas en un frasco de vidrio o en un recipiente de toallitas viejo que tenga cierre hermético.
Toallitas húmedas para limpiar la casa.
Para preparar toallitas para limpiar espejos, superficies, sanitarios y cualquier otro elemento de la casa, en lugar de toallas necesitaremos un rollo de papel de cocina absorbente , del que tendremos que quitar el tubo de cartón interior y que tendremos que cortar. medio .
A continuación cogemos una de estas mitades y la colocamos, aún seca, dentro de un jarrón de cristal o de un viejo recipiente de plástico para toallas. En otro recipiente ponemos a continuación un vaso de alcohol etílico , uno de vinagre blanco y otro de agua. Mezclamos y echamos todo donde esté el papel absorbente, que absorberá el líquido. El juego está hecho. Cerramos bien el recipiente y lo abrimos sólo cuando necesitemos retirar la toalla, para evitar que las demás se sequen.