No hay nada más agradable que unas toallas suaves que te envuelven cada vez que sales del baño. Es justo la comodidad que nuestro cuerpo necesita. Sin embargo, no siempre es posible conseguirlas debido al desgaste y los lavados frecuentes. Como resultado, acabas teniendo toallas ásperas a las que casi puedes renunciar. Sin embargo, puedes encontrar toallas suaves y lisas al tacto.
Toallas suaves como las de los hoteles: el secreto de las lavanderías
Para conseguir toallas realmente suaves sin usar secadora, puedes utilizar vinagre blanco. Es un suavizante natural de eficacia probada.
Su poder reside en el ácido acético, que ayuda a descomponer el exceso de detergente y todas las acumulaciones que vuelven ásperas las fibras.
Es una solución natural y económica que te ofrece los resultados que esperas. Y si no te gusta el olor del vinagre, puedes añadirle aceites esenciales.
¿Cómo lo hago?
Estos son los pasos a seguir:
- Vierte un poco de vinagre blanco en la cesta;
- Añade unas gotas de aceite esencial para conseguir un aroma agradable (lavanda, eucalipto o cítricos);
- También puedes utilizar bicarbonato sódico con media taza de detergente casero a base de jabón de Marsella;
- No las laves con agua caliente para no dañar las fibras del tejido;
- Sacuda las toallas antes de secarlas con la plancha.