Ya no tiro huesos de mango: así germino uno en casa

Introducción

¿Ya no sabes qué hacer con los huesos de mango que te sobran? No los tires, este artículo te enseñará cómo cultivarlos en casa dentro de un recipiente reciclado sobre tu propia mesa de cocina. Descubrirás que es un proceso fácil, práctico y sumamente gratificante.

Transformar un hueso de mango en una hermosa planta

El primer paso para no tirar más huesos de mango es entender su **potencial**. Al ver detalles visibles de hojas y raíces, te darás cuenta de que cada semilla no es un desecho, sino el punto de partida para una nueva vida. Con un poco de paciencia y cariño, puedes cultivar tu propia planta de mango en un entorno casero limpio y favorecer un ángulo cenital para una correcta iluminación.

Cómo germinar un hueso de mango en casa

Para comenzar, necesitarás algunos materiales que seguramente ya tienes a mano:
– Un hueso de mango.
– Un tarro de vidrio reciclado.
– Papel de cocina o servilletas.
– Un recipiente reciclado.
– Agua.

A continuación, te dejamos los pasos a seguir para germinar uno de estos huesos:

**1. Preparación del hueso**: Primero, quita toda la carne del mango y deja que el hueso se seque durante unos días.

**2. Apertura del hueso**: Usando un cuchillo, abre el hueso con cuidado para extraer la semilla. Si te resulta muy difícil, puedes intentar germinar el hueso entero, aunque llevará más tiempo.

**3. Preparación de la semilla**: Envuelve la semilla en papel de cocina húmedo y colócala en un tarro de vidrio.

**4. Creación de un ambiente húmedo**: Cierra la tapa del tarro para crear un ambiente húmedo ideal para la germinación.

**5. Espera y cuidado**: Coloca el tarro en un lugar cálido, y asegúrate de mantener el papel húmedo. Verás raíces en unas 2 a 3 semanas.

Trasplantar la plántula al recipiente reciclado

Lo ideal es trasplantar tu pequeña planta de mango a un recipiente reciclado una vez que la semilla ya ha germinado y muestras signos de un crecimiento saludable. Aquí te explicamos cómo hacerlo:

**1. Elección del recipiente**: Debes elegir un recipiente grande, ya que las raíces de la planta de mango necesitan espacio para desarrollarse.

**2. Preparación del recipiente**: Llena el recipiente con tierra de calidad que tenga buen drenaje y coloca la planta de mango en el centro.

**3. Cuidados posteriores**: Asegúrate de regar la planta regularmente y de colocarla donde reciba luz natural suave, para así favorecer el crecimiento y la salud de la planta.

Los secretos para el cuidado de tu árbol de mango en casa

Aunque tu planta de mango puede crecer en condiciones de poca luz, para obtener los mejores resultados, hay que proporcionarle **luz natural suave**. Sol directo y duro puede ser demasiado fuerte para una planta joven.

Además, regar la planta de manera adecuada es esencial para su crecimiento. Al principio, es mejor mantener la tierra **ligeramente húmeda** en todo momento. A medida que la planta crezca, podrás disminuir la frecuencia de riego.

Recuerda que tu planta de mango es un ser vivo y necesita alimento, por lo que es importante fertilizarla de vez en cuando. Sin embargo, es importante **no excederse con el fertilizante** ya que una sobrealimentación podría dañar la planta.

Finalmente, siempre es importante recordar que el cultivo de una planta de mango a partir de un hueso en casa requiere **paciencia y dedicación**. Puede llevar hasta ocho años para que un árbol de mango producido a partir de una semilla lleve fruto. Pero mientras esperas por el primer fruto, siempre puedes disfrutar de las hojas siempre verdes y de la belleza única de tu árbol de mango cultivada en casa.

Así que ya lo sabes, si tienes un hueso de mango sobrante y estás buscando una nueva planta para tu hogar, no lo desaproveches. ¡Prueba germinarlo y verás cómo de algo aparentemente “desechable” puede nacer una hermosa vida!