Muchas plantas de jardín se pueden comer y son buenas para el organismo. Sin embargo, algunas variedades son tóxicas y peligrosas. En este artículo, enumeraremos algunas plantas venenosas que nunca debes cultivar en tu jardín.
¿Te gustaría crear un jardín en tu espacio exterior? Antes de empezar, es importante elegir las plantas y flores adecuadas para tu jardín. Y con razón: algunas especies vegetales son muy tóxicas si se ingieren.
Tanto si las comen personas como animales domésticos, estas plantas peligrosas son nocivas para la salud. Es más, si se ingieren accidentalmente, pueden ser mortales.
Para evitar cualquier riesgo, eche un vistazo a esta selección de plantas tóxicas que no debe cultivar en su jardín.
Beleño
El acónito es una planta muy tóxica que puede causar irritación cutánea con sólo tocarla. Y si se ingiere, puede causar la muerte. Tras 15 o 20 minutos de ingestión, los primeros síntomas son ardor, hormigueo en la boca y cosquilleo bucal.
Daphne
El daphne es un arbusto que produce bayas tóxicas y tiene una corteza tóxica. Si la boca entra en contacto con esta planta, la boca, la lengua y la garganta pueden irritarse. También pueden producirse problemas intestinales.
Colchicum
Evite poner esta flor en su jardín, ya que su bulbo contiene venenos. Si se ingiere, puede provocar náuseas, vómitos, diarrea hemorrágica, dolor abdominal e incluso parálisis.
Lirio de los valles
Aunque esta planta es muy popular en mayo, ingerir lirio de los valles puede provocar diversos síntomas. Sin embargo, el más grave es el riesgo de parada cardiaca.
Laburnum
Este arbusto contiene un elemento llamado citisina. Más concretamente, se trata de una toxina que puede provocar quemaduras en la boca y la garganta. También pueden producirse vómitos a las pocas horas de su ingestión.
Madreselva de seto
Este arbusto es peligroso para el ser humano. Si se ingiere involuntariamente, los síntomas incluyen vómitos, dolor abdominal y convulsiones. La depresión respiratoria puede ser mortal.
Azafrán oenanthe
Las raíces de esta planta son muy tóxicas. Su ingestión provoca fiebre, dolores de estómago y diarrea. Los síntomas nerviosos incluyen incoordinación de movimientos, trastornos de la marcha y ceguera.