
¿Alguna vez has pensado que las cáscaras de huevo podrían usarse para hacer un “té reconstituyente” para las plantas?
Las cáscaras de huevo son mucho más útiles de lo que piensas, y una vez que descubras este truco seguramente nunca más las tirarás a la basura. Estos elementos contienen muchos nutrientes, incluidas grandes fuentes de calcio.

Sus propios componentes los transforman en un fantástico fertilizante, listo para brindarles a nuestros amigos verdes toda la energía que necesitan. En teoría, es posible simplemente aplastar el caparazón del hombre e insertarlo en el suelo, para permitirle distribuir sus nutrientes en el suelo.
Infusión de hierbas “cáscara de huevo”: ¡una auténtica panacea para cualquier planta!
Sin embargo, según diversas investigaciones, las plantas absorben mejor sus propiedades en forma líquida y por eso aquí tienes la receta perfecta para obtener un magnífico fertilizante. Lo único que necesitarás son unas diez cáscaras de huevo y al menos 5 litros de agua del grifo.

Coloca las cáscaras de huevo en una cacerola lo suficientemente grande y vierte el agua en su interior. Coloca la cacerola al fuego y déjala hervir. Luego de terminar esta parte de la preparación, deja reposar la mezcla que creaste durante al menos un día entero.
Una vez hecho esto, filtra el contenido vertiendo todo en otro recipiente y guárdalo en un lugar fresco. En este punto habrás terminado de preparar tu abono casero.

Recuerda utilizar este líquido para regar tus plantas y darles ese empujón de energía que tanto necesitan. Este fertilizante se puede almacenar durante períodos de tiempo muy largos y, si se almacena con cuidado, se conservará hasta por tres meses.
Sepa que además de fortalecer las raíces y proteger las plantas de posibles enfermedades, su “té de cáscara de huevo” le ayudará a reducir la acidez del suelo, manteniendo el pH del sustrato en niveles óptimos.