
La secadora es un electrodoméstico muy útil, sobre todo si sois muchos en casa o si necesitáis lavar y secar ropa y colada rápidamente (pensad, por ejemplo, en quienes visten uniforme). Sin embargo, todavía no está muy extendido en nuestros hogares. Además de que incluso quienes lo tienen suelen no utilizarlo con frecuencia debido a las facturas eléctricas más elevadas. Sí, pero ¿qué pueden hacer en invierno los que no tienen para secar la ropa rápidamente? Pues en realidad existe un truco muy fácil de aplicar para quienes no tienen secadora.
¿Cómo secar la ropa en invierno sin secadora? Aquí está el truco

El truco para quienes no tienen secadora comienza al final del ciclo de lavado, cuando comienza el ciclo de centrifugado . Evidentemente el objetivo de la centrífuga es eliminar la mayor cantidad de agua posible de la ropa, pero aún así no consigue eliminarla por completo. De hecho, cuando sacamos la ropa de la lavadora todavía está húmeda.
Y aquí viene el truco, que va encaminado a recoger ese agua y humedad residual que la centrífuga no consigue eliminar (además porque no siempre podemos ajustar la centrífuga a máxima velocidad, mucho depende también de lo delicados que sean los tejidos) .

Lo único que tenemos que hacer es introducir una toalla vieja, limpia y seca en el tambor de la lavadora. En este punto volvemos a cerrar la puerta e iniciamos un segundo ciclo de centrifugado , utilizando los mismos ajustes que en el centrifugado anterior.
De esta forma la toalla podrá absorber el agua y la humedad aún presentes en los demás tejidos de la colada. Eso sí, recuerda utilizar una toalla de felpa o, como máximo, de microfibra (pero mejor la primera).

Una vez finalizado el segundo centrifugado ya podremos tender la ropa y notaremos como queda más seca que antes. Lo que significa que se secará más rápido. Lo único que debes recordar es plancharlo inmediatamente: con dos giros, las arrugas están garantizadas. A menos que también hayas adoptado el truco de la pelota de tenis .