El problema del óxido en suelos y barandillas de patios es muy común. A continuación le explicamos cómo solucionar este problema recurrente en unos sencillos pasos.
El problema de la formación de óxido en el exterior de la casa no es un fenómeno reciente. A menudo puedes ver las barandillas de tu terraza o incluso el suelo del exterior cubierto de esta cosa tan molesta.
La nieve, la lluvia, el granizo y el viento contribuyen a la formación de esta sustancia. Y si no realizas un mantenimiento regular de las barandillas o del suelo, el óxido puede desarrollarse y volverse difícil de gestionar.
Eliminar el óxido: ¡así se hace!
Si se ha formado óxido en algunas partes del suelo de tu zona exterior, vamos a compartir contigo una solución muy eficaz para eliminarlo de una vez por todas.
En primer lugar, lo primero que hay que hacer es averiguar el material de la superficie exterior. Si tienes un suelo de mármol, por ejemplo, lo único que tienes que hacer es utilizar sal. Aplícala sobre las zonas oxidadas y déjala actuar entre 24 y 36 horas. Pasado este tiempo, acláralo y verás que las marcas de óxido han desaparecido por completo.
Para suelos más resistentes, puedes utilizar vinagre blanco. Tome un paño de lana empapado en este producto y frote todas las zonas afectadas por el óxido. Pasados unos instantes, acláralo con agua caliente. El vinagre habrá eliminado todas las manchas de óxido del suelo.
Puede eliminar el óxido de las barandillas utilizando un producto especial. Se trata de un producto compuesto por resinas totalmente sintéticas capaces de bloquear la oxidación del hierro. El óxido se elimina formando una capa dura sobre la que luego se puede pintar.
Los elementos de este producto neutralizan el óxido transformándolo por completo. Para eliminar todo el óxido, puede utilizar un cepillo especial, como uno con cerdas metálicas. También puedes optar por el papel de lija.
Sin embargo, si quieres utilizar productos más naturales para eliminar el óxido, opta por la sal y el limón. Para ello, vierte una cantidad generosa de sal sobre la superficie oxidada. A continuación, da unas pasadas con un paño de microfibra empapado en zumo de limón.
Al frotar el paño humedecido sobre la barandilla del balcón, el ácido cítrico del zumo de limón eliminará fácilmente el óxido.