
Con unos sencillos pasos podemos renovar nuestro querido sofá , ese maravilloso protagonista de nuestros hogares que tanto utilizamos y que, por desgracia, también está sujeto al desgaste. Desde las fundas, pasando por los cojines, hasta los pies que se pueden sustituir o cambiar. En definitiva, antes de tirar nuestro viejo sofá y sustituirlo por uno nuevo, intentemos darle una nueva y brillante vida.

Un mueble fundamental y central en nuestro hogar, escenario de nuestros momentos de relax en familia, quizás cuando por la noche vemos una película todos juntos, el sofá nunca puede faltar en un salón . Debido a su gran uso, lamentablemente tiende a mostrar signos de desgaste y envejecimiento antes que muchos otros muebles.
Ocurre que el acolchado de los asientos, respaldo y apoyabrazos se “desinfla”, que las telas se rayen o ensucien y que los pies se arruinen. Antes de que lleguemos a un punto de no retorno, cuando la única solución sea tirarlo y comprar uno nuevo, podemos hacer algo para renovarlo y darle una nueva vida . Por supuesto, los consejos que veremos hoy también son válidos para sillones, o para sofás antiguos comprados en tiendas o mercados de antigüedades.

Empecemos por el acolchado, que como sabemos tiende a desinflarse y perder su forma con el tiempo. Si estamos ante un sofá, reposabrazos o cojines desenfundables, lo que tendremos que hacer es simplemente ir y rellenar esos huecos con fibras nuevas. Ya sean de lana, de gomaespuma o de productos similares que se presten a esta función. Si la funda del sofá no es desenfundable, podemos recurrir a un tapicero que la descoserá y volverá a coser de forma experta tras devolverle al acolchado su resistencia original.
Si la tela, ya sea piel o no, está desgastada y evidentemente no tiene reparación, podemos optar por cubrir completamente el sofá. Tomando medidas perfectas podemos crear una funda de sofá que dejará su sofá prácticamente como nuevo.
Otro detalle que podemos renovar o incluso cambiar son los pies . Ocurre que estos con el tiempo se pueden estropear, pero repintándolos o sustituyéndolos , poniendo unos más altos, más bajos o de un material completamente diferente, podemos conseguir que nuestro sofá luzca como nuevo.