Siempre has cerrado mal el paquete de pan de molde: ¡no vuelvas a cometer el mismo error!

No fue hasta 1920 cuando el pan rallado conquistó los hogares estadounidenses. Hay que agradecer a Otto Rohwedder, hijo de dos inmigrantes alemanes y licenciado en optometría, que se le ocurriera, porque sin él no habríamos podido deleitarnos con las innumerables recetas a base de pan de molde. Echemos un vistazo a la historia de este tipo de pan.

Siempre has cerrado mal el paquete de pan de molde: ¡no vuelvas a cometer el mismo error!

La idea del pan de molde surgió de una queja común entre las amas de casa: cortar el pan con un cuchillo era peligroso y requería mucho tiempo.

Así que a Otto se le ocurrió fabricar un aparato capaz de cortar el pan en rebanadas. En 1916, vendió su empresa de joyería e inmediatamente diseñó el primer prototipo.

Con el paso de los años y aún convencido de su invento, en 1927 Otto fabricó una cortadora de pan capaz de sellar herméticamente las rebanadas.

En 1928, solicitó la patente para lanzar su propio negocio de cortadoras de pan. Pasaron varios meses, pero la máquina no fue aclamada universalmente.

No fue hasta julio de 1928 cuando el primer pan de molde vio la luz bajo el nombre de “Kleen Maid Sliced Bread”. Las ventas empezaron a florecer.

El único inconveniente era el poco práctico cierre metálico. En lugar de conformarse con este sistema, basta con darle la vuelta a la parte original del envase y formar una tapa.