Sartenes antiadherentes: consejos imprescindibles para no estropearlas

Ala hora de cocinar alimentos, las sartenes antiadherentes son las mejores, ya que permiten que los alimentos se cocinen de manera uniforme evitando que se peguen. Desafortunadamente, el uso y las herramientas incorrectas rayan la superficie, eliminando su revestimiento antiadherente. Para prolongar su vida existen algunos buenos hábitos que conviene respetar. Vamos a verlos.

cocinando comida

Consejos útiles para conservar sartenes antiadherentes

Una forma eficaz de proteger la superficie antiadherente de las sartenes antiadherentes es utilizar un protector de sartenes . Se trata de un tapete flexible, generalmente hecho de silicona, que se puede colocar dentro de las cacerolas antes de guardarlas y apilarse con otras cacerolas para evitar rayones y otros daños a la superficie antiadherente.

Evite utilizar sartenes antiadherentes como recipientes para alimentos o líquidos. Una vez cocida, transfiera la comida a otros recipientes antes de colocarla en el refrigerador. Las ollas se utilizan para cocinar, no para guardar, nunca olvides esta buena regla.

huevos en la sartén

Evite utilizar utensilios de metal o acero inoxidable en sartenes antiadherentes, ya que pueden rayar la superficie y reducir la eficacia antiadherente. En su lugar, elija utensilios de silicona, nailon o madera , que son más suaves con la superficie.

Los revestimientos antiadherentes son sensibles al calor excesivo . Asegúrese de no calentar las sartenes a una temperatura demasiado alta, ya que esto puede deteriorar el revestimiento. Asegúrate de que la llama siempre permanezca dentro del diámetro de las cacerolas y recuerda nunca calentarlas vacías.

Evite exponer las cacerolas a un gran cambio de temperatura. Por ejemplo, no los sumerjas inmediatamente en agua fría después de usarlos en una fuente de calor elevada. Déjalas enfriar siempre poco a poco antes de lavarlas.

quemador

En lo que al lavado se refiere , es importante adoptar una serie de precauciones. Evite el uso de esponjas abrasivas o de lana de acero, ya que pueden rayar la superficie. En su lugar, utilice una esponja o un paño suave. Además, evite el uso de detergentes fuertes o a base de cloro, que pueden dañar el revestimiento antiadherente.

Si las cacerolas tienen incrustaciones difíciles de quitar, hervir agua con jabón, agua y sal o agua y bicarbonato directamente en las cacerolas. Verás que de esta forma las incrustaciones y manchas difíciles se disolverán muy fácilmente.