SAL, TIRA 100 GRAMOS AL INODORO: NO CRERÁS LO QUE PASA INMEDIATAMENTE

La sal en el baño tiene un efecto que pocas personas conocen y realmente deberías probarla. Sólo se necesitan 100 gramos y todo cambia.

¿Alguna vez has oído hablar de la sal en el baño? Su efecto es increíble y por eso las abuelas finalmente quisieron revelar este secreto. La sal es uno de los elementos naturales más utilizados y más antiguos que cuenta diferentes historias según los pueblos que la utilizaron. De forma moderna todavía se utiliza para una amplia variedad de acciones que no sólo atañen al arte culinario, para condimentar platos.

Usos y beneficios de la sal

La sal es uno de esos ingredientes ancestrales que han hecho historia y han acompañado a los pueblos antiguos hasta nuestros días. Indispensable como potenciador del sabor de los alimentos, su principal finalidad en el pasado era la conservación de los alimentos, especialmente hasta la invención del frigorífico.

También se utilizó como exfoliante de belleza, cuyas recetas luego se transmitieron a las poblaciones modernas. Han descubierto que el antiguo ingrediente también es excelente para la limpieza e higiene del hogar, incluida la desinfección de superficies.

A pesar de sus múltiples beneficios, la recomendación en la cocina es no abusar de su uso. En la mayoría de los casos, los alimentos ya son ricos en sal y no necesitan ningún aditivo: para quienes padecen hipertensión arterial o colesterol alto, es mejor mantener su cantidad bajo control.

Luego están los usos de la abuela que nadie esperaría de un condimento.

Sal en el baño, ¿cuál es el sorprendente efecto?

¿Te suena rara la sal en el baño? Estos dos elementos se encuentran entre los más utilizados en el hogar y se unen para crear algo único.

El baño es imprescindible y se utiliza muchas veces al día, por lo que su limpieza no siempre corresponde al uso. Desde la acumulación hasta los malos olores, recurrir a productos químicos no siempre es la solución ideal.

Hay muchos productos en el mercado que contienen lejía y otros ingredientes que podrían resultar altamente corrosivos para el inodoro.

Para que las paredes no se pongan amarillas, no cambien de color y el olor en el baño sea agradable, es mejor cambiar a los métodos clásicos de la abuela. Aquí es donde entra en juego la sal del inodoro, ideal para limpiar superficies amarillentas y manchadas y con un olor que deja poco a la imaginación.

Los ingredientes son los siguientes:

  • Sal gruesa 100 gramos
  • Agua 100ml
  • Polvo para hornear 1 cucharada

Mezcla todos los ingredientes y, con una cuchara, vierte la solución en el inodoro para que se adhiera a las superficies al cepillar el inodoro (con guantes). Dejar actuar unos minutos para activar la reacción química, o toda la noche si la situación es inconveniente. Luego descargue el inodoro y limpie suavemente la superficie.

Esta mezcla también es útil para limpiar azulejos de ducha incrustados, dejando que la solución actúe correctamente durante 30 minutos.