¿Sabía que este método 100% natural puede dejar su horno como nuevo?

¿No sabes a quién recurrir para eliminar las manchas de grasa y los restos quemados de tu horno? Afortunadamente, este truco natural puede venir al rescate.

Cuando abres la puerta de tu horno, ¿te aterrorizan las manchas de grasa y los restos quemados por todas partes? Toda esta suciedad puede convertir tu horno en un electrodoméstico sucio y asqueroso.

No vayas a envenenar tu salud con productos agresivos de supermercado para limpiar tu horno. Tienes en casa un limpiador de alto rendimiento que puede sustituir en gran medida a estos productos químicos.

Para eliminar la grasa de tu horno sin el menor esfuerzo, el producto milagroso en cuestión no es otro que el bicarbonato de sodio. Desengrasante, desodorante y blanqueador, el bicarbonato de sodio es el producto polivalente que necesitas para mantener tu horno como nuevo.

Bicarbonato sódico: un producto natural con increíbles beneficios

Para hacer tu desengrasante DIY, mezcla media taza de bicarbonato de sodio con un poco de agua. Cuando tengas una pasta espesa, extiéndela sobre las partes sucias y grasientas del horno.

Aplica una cantidad generosa para obtener mejores resultados. A continuación, deja que actúe durante varias horas, o toda la noche si es posible.

Por la mañana, friega el horno con una esponja limpia y húmeda. Con una sola pasada, las manchas de grasa y la suciedad desaparecerán como por arte de magia.

El bicarbonato sódico es un producto estrella en el mantenimiento del hogar. Además de ser eficaz para limpiar, también sirve para neutralizar los malos olores y suavizar los tejidos.

El bicarbonato descompone las sustancias grasas, facilitando su eliminación. No hay necesidad de utilizar productos químicos agresivos y nocivos, porque este polvo blanco multiusos promete resultados espectaculares en las manchas más difíciles de su horno.

¿Cómo se utiliza para abrillantar el cristal del horno?

Esta pasta a base de bicarbonato también es extraordinariamente eficaz sobre el cristal del horno. Extiéndala sobre el cristal y déjela actuar durante 15 minutos para que afloje los restos de grasa.

Pasado este tiempo, limpie suavemente el cristal con un paño limpio y húmedo. Si es necesario, utilice un rascador. A continuación, aclare con agua caliente para eliminar todos los restos de bicarbonato.

Termine limpiando con un paño humedecido con un poco de vinagre blanco. Tu ventana brillará como nueva.