REVELADO UN REMEDIO EFECTIVO PARA LAS HOJAS DE TOMATE AMARILLO

Con este método realmente eficaz, estamos seguros de que podrás curar las hojas amarillas del tomate. Este es un problema común que puedes resolver fácilmente en poco tiempo.

Te contamos por qué las hojas de tomate tienden a amarillear y cómo puedes hacer que queden tan verdes como antes. Con estos métodos tu planta de tomate volverá a estar tan sana como antes.

AQUÍ ESTÁN LAS CAUSAS DE ESTE FENÓMENO

Las hojas de tomate pueden volverse amarillas por diversas razones. En primer lugar, un riego deficiente puede hacer sufrir a las plantas: ya sea demasiada o poca agua, esta acción puede tener consecuencias irreversibles para nuestra tomatera.

Otra razón por la que las hojas de tomate se vuelven amarillentas puede ser demasiada o poca luz solar. Muchas plantas, incluida ésta, requieren mucha luz pero también sombra.

Las enfermedades, como las fúngicas, también pueden hacer que las hojas de las plantas de tomate se vuelvan amarillas. La temperatura también puede dañar nuestra planta. Por lo tanto, debes evitar exponer la planta a calor o frío extremos. Las fluctuaciones de temperatura también pueden dañarlas y hacer que las hojas se pongan amarillas.

Como hemos visto, hay muchas causas. A continuación te explicamos cómo puedes prevenir este fenómeno tan molesto.

Cómo tratar las hojas amarillas del tomate

Si desea tratar las hojas amarillas del tomate, primero debe averiguar la causa. Si notas que estás regando demasiado tu planta, regula la cantidad de agua de forma óptima.

Así que riega tu planta con regularidad, pero con la cantidad adecuada. Riega tu planta a ciertas horas del día, como al final de la mañana o al anochecer. Evite tanto las horas punta del día como las horas frías de la noche, especialmente si vive en una zona donde las fluctuaciones de temperatura son normales.

En segundo lugar, sobre todo si nunca lo has hecho antes, acostúmbrate a airear la tierra. Consigue una herramienta de jardín y mueve la tierra. De esta forma los renovarás y probablemente favorecerás su respiración. También proporciona al suelo la cantidad adecuada de nutrientes.

Acostúmbrate a mover tu planta sacándola al exterior o al interior dependiendo de la temperatura exterior. Ya sea que haga demasiado calor o demasiado frío, trate de determinar cuándo es el momento de mover el arbusto, especialmente si está plantado en una maceta.

Determina también si el suelo en el que se encuentra la planta está demasiado húmedo o demasiado seco y actúa en consecuencia. Recuerda que la tierra húmeda puede favorecer la proliferación de bacterias y parásitos que pueden dañar tu planta.

Si sigues todas estas recomendaciones dadas por los expertos, estamos seguros de que conseguirás curar las hojas amarillas del tomate. Si no notas ninguna mejora, te recomendamos que contactes con un jardinero experimentado que evaluará tu caso concreto