¿Acostumbra a mantener abierto el retrete? Quizá no sepa que los retretes son auténticos criaderos de bacterias.
Inodoros: un gran nido de bacterias y gérmenes
Los retretes son auténticos nidos de bacterias. De hecho, según algunos estudios, los científicos han descubierto que las gotas de agua que se vierten por el inodoro pueden ser portadoras de agentes patógenos. Para evitar la contaminación, basta con bajar la tapa del inodoro.
De hecho, al tirar de la cadena, innumerables gotas de agua se dispersan y pueden permanecer en el aire durante más de un minuto.
Pero lo que no sabes es que estas gotitas están formadas por partículas fecales y orina. Imagínate el daño que causan si tu cepillo de dientes está justo al lado.
Acaba con la mala costumbre de mantener abierto el inodoro.
Si bajas la tapa del váter, las partículas ya no podrán esparcirse. Para entender realmente lo que ocurre, los investigadores han llevado a cabo un experimento para interpretar el movimiento de las partículas en el inodoro cuando tiras de la cadena.
Los resultados son claros: entre el 40 y el 60% de las partículas esparcidas por el inodoro están repletas de virus y bacterias. Pueden alcanzar hasta un metro de altura, y las gotas más pequeñas permanecen suspendidas en el aire hasta un minuto.
Los resultados también mostraron que es posible absorber estas partículas a sabiendas de que contaminan todas las superficies alrededor del inodoro.
Por tanto, existe riesgo de contaminación si se tocan las superficies en cuestión, en particular el pomo de la puerta del baño.
En resumen, debe acordarse siempre de cerrar la tapa del inodoro. Así evitarás que las partículas se esparzan por las superficies y el aire.
Es algo muy sencillo pero muy higiénico. Además, te ayuda a evitar la contaminación por virus y bacterias procedentes del inodoro.