Reciclar tapones de corcho es una práctica habitual en muchos hogares. Si eres amante del vino, seguro que tienes por ahí unos cuantos corchos que no debes tirar. De hecho, son residuos que pueden aprovecharse para muchas cosas.
Reciclar corchos: las plantas te lo agradecerán
No hay mejor manera de crear un entorno agradable y respetuoso con el planeta que con plantas. Las variedades aromáticas también son una excelente opción.
Para que las plantas estén sanas y vigorosas, es importante llevar a cabo todo el mantenimiento necesario. Entre ellos, el abonado, que garantiza el aporte de nutrientes esenciales para el buen crecimiento de las plantas.
Para eso sirven los tapones de corcho. Son objetos estancos y flexibles que permiten nutrir correctamente el suelo.
Para utilizarlos, basta con aplastar los corchos con las manos o con un cuchillo y espolvorearlos en la tierra. No sólo nutrirás la tierra, sino que también ayudarás a prevenir el moho.
Los tapones de corcho también ofrecen un alto nivel de protección para las raíces de las plantas decorativas. No sólo actúan como conservantes de la humedad, sino que también ayudan a impedir la proliferación de malas hierbas.
Para evitar que el agua se estanque, corta el tapón formando cuatro círculos. Luego colócalos debajo del jarrón, como si fueras a levantar la maceta. Así evitarás que el agua entre en contacto con las raíces de la planta.