
Muy a menudo, después de utilizar el horno , por pereza o falta de tiempo, no lo limpiamos. De esta forma, la suciedad y la grasa quedan incrustadas y eliminarlas se convierte en un auténtico reto. Por suerte, con el método adecuado y un truco efectivo, puedes eliminar las incrustaciones y mantener tu horno brillante.

Cómo eliminar la cal del horno de forma rápida y sencilla
Naturalmente, el horno, como todos los electrodomésticos, debe limpiarse inmediatamente después de su uso. Para limpiarlo rápidamente , coge un paño húmedo o un detergente suave y retira las manchas y migas antes de que se conviertan en incrustaciones.
Los hornos modernos están equipados con una función que permite la autolimpieza con vapor . En este caso, actívelo siguiendo las instrucciones del fabricante. Si tu horno no dispone de esta función, consigue esponjas fuertes pero delicadas, espátulas para retirar las manchas más difíciles, paños de microfibra para el secado final y detergentes naturales como vinagre o bicarbonato . Estos dos ingredientes, gracias a sus características, son capaces de disolver la grasa, desinfectar y eliminar los malos olores del horno.

Ahora tendrás que pasar a eliminar las incrustaciones. Pon a hervir una olla con agua con un poco de vinagre y colócala en el horno previamente calentado a 150 grados. Deje actuar el vapor durante unos 30-60 minutos para que la grasa se derrita. En este punto solo queda retirar los residuos con un paño húmedo y secar bien para evitar que la humedad provoque la formación de moho.
Alternativamente, puedes utilizar bicarbonato . Mezcla dos cucharadas en medio litro de agua, aplica la mezcla dentro del horno y frota con una esponja. Para eliminar las manchas más difíciles, puedes crear una pasta con tres partes de bicarbonato de sodio y una de agua, aplicarla sobre las incrustaciones, dejarla actuar unos minutos y retirarla con un paño húmedo. Con estos sencillos pasos y la ayuda del vinagre y el bicarbonato, tu horno estará siempre brillante y perfumado.