¿Le entristecen sus sufridas plantas prácticamente muertas? Aún no está todo perdido, ya que existen innumerables formas de recuperarlas.
¿Has vuelto de vacaciones y te has encontrado tus plantas secas y moribundas? Bueno, no hay por qué desesperarse, ya que hay algunos trucos que puedes probar para salvarlas.
Al fin y al cabo, a todo el mundo le gusta tener plantas en casa. Además de proporcionar bienestar, son un elemento decorativo que aporta un toque de verdor a tu hogar. Así que no las tires, ¡aunque se estén muriendo! Vamos a intentar devolverles su salud y su belleza.
Salvar las plantas secas: esto es lo que hay que hacer en 3 sencillos pasos
Empieza por comprobar cuidadosamente el estado de la planta. Además de parecer seca, la tierra puede convertirse en un desierto estéril. Sin embargo, si observas que aún quedan algunas hojas verdes, es posible recuperarla.
Para ello, retira todo lo que esté seco. Estas partes secas pueden estar enfermas y podrían infectar las partes sanas. Tras la limpieza, es hora de regar.
Como la tierra es árida, permite que el agua resbale sin ser absorbida. Así que coge un recipiente lo suficientemente grande, llénalo de agua hasta la mitad y colócalo debajo de la maceta. De este modo, la planta podrá absorber toda el agua que necesita sin dispersarla.
Después de este agradable baño, hay que alimentar la planta con un buen abono. Puedes elegir el más adecuado para tu tipo de planta o utilizar posos de café. Este último alimenta la tierra con nitrógeno.
Para revitalizar las plantas secas, mantenlas a oscuras durante un tiempo. La luz elimina la humedad.
Para dar a tus plantas un poco más de bienestar, puedes pulverizar las hojas a menudo o cubrir la planta con una bolsa. Esto permite que la humedad recircule perfectamente. En cuanto la planta esté bien, puedes quitar la bolsa.
Finalmente, un último consejo. Si la planta está muy seca, puedes intentar propagarla mediante esquejes. Basta con coger una ramita y cortarla por debajo de uno de los nudos. Colócalo en un jarrón pequeño con arena y turba en su interior y riégalo regularmente. Al cabo de un tiempo, aparecerán las nuevas raíces y tendrás una nueva planta.