La orquídea Phalaenopsis es una planta hermosa y elegante que destaca por su incomparable floración.
Sin embargo, cuando cultivas esta planta, a veces tienes problemas con los capullos, que pueden bloquear la floración.
Por lo tanto, hay que entender las señales que la planta intenta dar observando de cerca los problemas que afectan a los capullos. También veremos las causas y las soluciones válidas.
Capullos que no se abren del todo
Muchas personas se preocupan cuando ven que los capullos de las orquídeas no se abren del todo. Este problema se debe a varios factores, como la falta de humedad, una temperatura inadecuada o una exposición excesiva a la luz solar.
Para acabar con este problema, asegúrate de que tu planta está bien humedecida regándola adecuadamente. También debes colocarla en un lugar donde la temperatura oscile entre 20 y 25 grados durante el día y sea ligeramente inferior por la noche. Elige también un rincón con luz filtrada para evitar la luz solar directa.
Cogollos que se caen antes de tiempo
Cuando los capullos se caen antes de tiempo, no puedes evitar sentirte decepcionado, ya que estás deseando ver florecer a tus orquídeas.
La caída de los capullos suele deberse a cambios bruscos de temperatura o a una humedad insuficiente. También puede estar expuesta a corrientes de aire o a un movimiento excesivo.
Para evitar que se produzca este problema, debes asegurarte de que la temperatura ambiente es la correcta, evitando las corrientes de aire frío.
También hay que mantener un nivel adecuado de humedad, evitando al mismo tiempo el estancamiento de agua alrededor de las raíces.
Los brotes se vuelven amarillos o marrones
Si observa que los capullos de su orquídea empiezan a ponerse amarillos o marrones, puede deberse a podredumbre.
Los capullos se pudren por un exceso de humedad en las raíces. También hay enfermedades fúngicas.
La mejor solución es regar las plantas adecuadamente. También debes asegurarte de que haya una buena circulación de aire alrededor de las plantas.
Si ves algún signo visible de podredumbre, retira inmediatamente los cogollos infectados y las raíces podridas.
Yemas que no se forman
Si su orquídea no muestra capullos, el problema radica en las condiciones de cultivo o en la forma de cuidar la planta.
Para ello, hay que comprobar los niveles de luz, ya que una luz insuficiente puede bloquear la formación de capullos. También debe comprobar la temperatura y la humedad del ambiente.