
Después de recoger algunas conchas en la playa, ¿has notado pequeños agujeros que arruinan por completo su apariencia?
Esto no se debe a la erosión provocada por el agua del mar, como mucha gente piensa, y la realidad es decididamente mucho más “ruda”. Durante el verano, entre la mucha gente que abarrota las playas hay muchos que se dedican a un pasatiempo particular: recoger conchas.

Estos objetos siempre han fascinado a millones de personas y muchos los utilizan como recuerdo de unas vacaciones o como decoración para el hogar. Por lo general, quienes coleccionan conchas esperan encontrar ejemplares espléndidos y perfectamente conservados.
Desgraciadamente, en muchas ocasiones su aspecto se ve arruinado por un pequeño agujero, realizado por el art. Pero, ¿qué causa estos pequeños agujeros que inevitablemente dañan las conchas?
Evidentemente los caparazones no son más que tripas naturales, con las que determinadas criaturas se protegen de los depredadores. Sin embargo, hay un animalito en particular que ha desarrollado una estrategia de ataque sumamente efectiva para alimentarse de estos moluscos.
Este animal es el Naticarius stercusmuscarum, también conocido como Natica millepunctata y es precisamente el causante de la formación de agujeros en millones de conchas. Esta pequeña criatura es un gasterópodo marino y a pesar de su pequeño tamaño supone un auténtico azote para muchos tipos de moluscos.
El Naticarius produce una secreción increíblemente ácida, capaz de perforar la concha de la caracola. Después de crear una abertura, puede alcanzar el molusco sin ninguna dificultad.

Por muy pequeño que sea este agujero, lamentablemente es mortal para el molusco que se encuentra dentro de la concha, que es devorado por la nalga millepunctata a través de una pequeña probóscide. Este depredador consigue reducir el cuerpo del molusco a migajas, tras lo cual se insinúa en el interior de la propia concha ocupando su lugar.
Ahora, cuando notas un agujero en un caparazón, puedes estar seguro de que el animal que está dentro realmente ha tenido un mal final, convirtiéndose en alimento para otra criatura de las profundidades.
