Plantas, adiós hojas secas y amarillentas: el ingrediente milagroso que guardas en la cocina

Los amantes de la jardinería y las plantas luchan por tener un jardín exuberante, verde y colorido. Por eso las hojas amarillas repentinas pueden ser problemáticas. A continuación te damos algunos consejos para prevenirlos y combatirlos.

Nada es más hermoso que jardines o patios con flores y plantas sanas y exuberantes. Todo el mundo quiere mantener así su zona verde, pero a veces no es tan fácil.

La aparición de hojas amarillas puede resultar preocupante, sobre todo porque podría afectar a la salud de la planta. Por eso, es importante prestar atención a diversos factores y saber intervenir.

Causas de las hojas amarillas

Si ve hojas amarillas en sus plantas fuera del otoño, cuando es normal, es señal de un problema. No siempre es fácil entender cuál es la causa, pero es importante averiguarla para poder aplicar la solución correcta.

Las posibles causas de este fenómeno pueden ser:

  • Demasiada agua: algunas plantas no requieren mucho riego y no toleran la retención de agua. Demasiada agua puede provocar que las raíces se pudran y las hojas pierdan su color natural.
  • Demasiado sol: Demasiado sol puede quemar las hojas. Tenga cuidado donde coloca las plantas para evitar daños a las hojas.
  • Muy poca luz: las plantas como los geranios aman la luz. Si te gustan ponlas en lugares muy soleados.
  • Deficiencia de nitrógeno: Las plantas ornamentales en particular pueden sufrir una deficiencia de nitrógeno, lo que hace que las hojas se pongan amarillas. En este caso, la fertilización en suelo seco puede ayudar.
  • Viento y Parásitos: Esté atento a los fuertes vientos y posibles plagas que pueden afectar a sus plantas.
  • Deficiencia de hierro: La deficiencia de hierro también puede causar hojas amarillas porque el hierro, junto con el magnesio, forma parte de la molécula de clorofila.

Soluciones para las hojas amarillas

En primer lugar, si no consigues determinar la causa principal del amarillamiento de las hojas, prueba a colocar las plantas en un lugar protegido del viento y con la luz adecuada.

Existen varios métodos naturales para las infestaciones parasitarias, como una mezcla de agua y jabón pulverizada sobre las hojas o aceite de linaza aplicado con un algodón.

Una solución eficaz contra las hojas amarillas es también una loción a base de agua y vinagre blanco, una gran ayuda en la casa. Juntos ayudan a disolver el exceso de sal que se acumula en las hojas y que a veces provoca el color amarillento.

Por ejemplo, si tus azaleas tienen hojas amarillas, el vinagre es genial: diluido en agua, luego se utiliza para regar la tierra de las plantas después de que haya reposado una noche. Así las hojas amarillas irán desapareciendo poco a poco y la planta sanará.