¿Tienes plantas pero no quieres utilizar abonos químicos para que crezcan rápidamente? La solución que te propongo es fabricar abonos totalmente naturales. Son abonos que puedes hacer tú mismo con los ingredientes naturales que tienes en casa. Los abonos son esenciales para que las plantas crezcan sanas.
Posos de café
Los posos de café pueden hacer maravillas en las plantas. Es conocido por su alto contenido en nitrógeno y fosfato, ambos esenciales para un buen crecimiento de las plantas. Todo lo que tienes que hacer es mezclar los posos de café con la tierra que rodea a tu planta. Esto estimulará el crecimiento y la floración, al tiempo que ahuyentará a los gusanos y otros insectos dañinos.
Cáscaras de huevo
Si buscas un abono natural y eficaz para acelerar el crecimiento de tus plantas, ¡elige la cáscara de huevo! Se trata de un producto probado desde los tiempos de nuestras abuelas. Para ello, coge las cáscaras de huevo y tritúralas finamente. Espolvoréelas alrededor de sus plantas y mézclelas bien con la tierra. Las cáscaras actúan como un fertilizante natural que acelerará el crecimiento de las plantas. Las cáscaras de huevo también actúan como repelente de hormigas y babosas.
Cáscara de plátano
Según nuestras abuelas, la cáscara de plátano es muy beneficiosa para hacer que las plantas crezcan rápidamente. El truco es muy sencillo: coge unas cuantas cáscaras de plátano y córtalas en trozos pequeños. Después, entiérralas en la tierra alrededor de tu planta. Como estas cáscaras son ricas en potasio, potenciarán el crecimiento de la planta. Verás que en pocos días tendrás plantas sanas y de bonitos colores.
Cenizas de madera
¿Sabías que la ceniza de madera es un abono muy eficaz para hacer crecer rápidamente las plantas? Para ello, hay que recoger y tamizar las cenizas. A continuación, mézclalas con agua hasta obtener una leche grisácea. Riega tus plantas con este líquido para potenciar su crecimiento.
Agua de cocción
La utilidad del agua de cocción está demostrada en muchos ámbitos, incluido el de la jardinería. Es un líquido con muchas propiedades. Para ello, debes recoger el agua de cocción de las verduras o la pasta. Después, déjala enfriar antes de regar tus plantas. Es un agua rica en sales minerales que favorece el crecimiento de las plantas.