

¿A quién no le gustan las patatas fritas crujientes siempre que no estén blandas? A ver cómo las conseguimos exactamente así sin freírlas.
Son la guarnición que nos transporta a todos un poco a la infancia: las patatas fritas.
CÓMO HACER PATATAS FRITAS EN CASA
Para hacer papas fritas que no estén fritas sino horneadas en el horno, debes comenzar con lo básico. Lo primero que hay que hacer es elegir las patatas adecuadas. Si eliges patatas de pulpa amarilla, contendrán menos almidón. Sin embargo, también puedes elegir los de piel roja.

El siguiente paso es cortar las patatas después de lavarlas. El corte se puede realizar al gusto, con o sin piel. Para que queden suaves y crujientes, conviene remojarlos en agua helada (también puedes añadir cubitos de hielo) durante aproximadamente media hora. Luego sécalas con papel de cocina.
Con las patatas fritas tradicionales, habría que añadirlas lentamente al aceite casi hirviendo. Si prefieres no freír pero aún quieres papas fritas crujientes incluso sin freírlas en aceite hirviendo, sigue leyendo.
SI LAS QUIERES CRUJIENTES PERO NO FRITAS
Si quieres patatas fritas crujientes pero no fritas, sigue estos pasos. Las patatas deben tener la pulpa amarilla. El corte no debe ser muy grande, sino no se cocinarán bien. Luego debes remojarlo en agua helada durante 45 minutos.
Después de secar las patatas con papel de cocina, extenderlas en una bandeja de horno y hornearlas a unos 200 grados durante 25/30 minutos. La bandeja para hornear debe estar forrada con papel de horno engrasado. Las patatas fritas no deben estar muy juntas. Esto crea una corteza crujiente inmediatamente. Otro truco es utilizar la función grill del horno durante los últimos 5 minutos.

Puede lograr un resultado similar con una freidora agregando una cucharada de aceite sobre las papas y revolviendo bien antes de colocarlas en la canasta.
Obtienes patatas fritas crujientes que, como no han sido fritas en grandes cantidades de aceite, tienen mucho menos calorías. La sal sólo se debe añadir una vez que hayas sacado las patatas del horno. Sirve tus patatas bien calientes y… ¡buen provecho!
