Orquídeas: ¡descubra el truco de la esponja para una floración espectacular!

Si quieres que tu orquídea florezca como nunca, aquí tienes la técnica de la esponja que pocos conocen.

Cada vez se introducen más plantas en el hogar para decorarlo y embellecerlo a la perfección. Pero no son sólo para interiores elegantes. Ciertas variedades de plantas pueden neutralizar el exceso de humedad en las habitaciones de la casa para evitar la formación de moho y condensación.

Orquídea: ¿conoce el truco de la esponja?

Las orquídeas son una de las plantas más populares en el hogar, gracias a su elegancia y al colorido de sus flores.

Sin embargo, poca gente conoce el método de la esponja, una técnica utilizada por los jardineros más experimentados para mantener una orquídea en flor durante mucho tiempo. De hecho, es un truco increíble porque realmente funciona, incluso para revigorizar una planta que está a punto de morir.

Para ello, empieza por limpiar la planta retirando a mano cualquier rama seca o podrida.

A continuación, retira la tierra y toda la corteza que contenga. A continuación, utiliza unas tijeras esterilizadas para cortar las partes secas que no se puedan quitar con la mano.

Una vez limpia a fondo la planta, probablemente te queden una pequeña raíz y unas cuantas hojas sanas. Para protegerlas de hongos y bacterias, utiliza canela, que es capaz de cicatrizar a la vez que ayuda a que se formen nuevas raíces.

Para ello, esparce canela sobre la parte cortada y déjala reposar durante 48 horas en un ambiente seco. Durante este tiempo, coloca la planta sobre un pañuelo limpio.

¿Cómo utilizar el truco de la esponja?

Pasados dos días, coge una botella de plástico, córtale 10 cm de la parte inferior y hazle 5 agujeros para que drene el agua. A continuación, prepara un lecho para tu planta.

En este caso, puedes utilizar materiales orgánicos como musgo o líquenes. Otra posibilidad es introducir una esponja esterilizada. Humedezca la esponja y colóquela en el fondo de la botella cortada. A continuación, introduzca la orquídea en una bolsa de plástico.

Cierra bien la bolsa para crear un microclima que ayude a la planta a recuperarse. A continuación, coloca la planta en un lugar muy luminoso, pero no a la luz directa del sol, durante unos dos meses.

Después, podrás admirar el resultado de tus esfuerzos.