

Traducción del artículo al alemán con títulos resaltados:
Un error común pero grave: no mezclar estos limpiadores domésticos . Casi todo el mundo lo hace, pero es un error muy grande: no mezclar estos limpiadores domésticos. Estos son los daños que podría estar causando a algo más que a su hogar.
Siempre debes estar atento al limpiar tu casa. ¿Sabías que hay ciertos productos de limpieza que nunca debes mezclar? Estos son los riesgos que corre si lo hace.
PRECAUCIÓN AL UTILIZAR PRODUCTOS DE LIMPIEZA
Para tener un hogar limpio y reluciente, dependemos principalmente de los productos anunciados que prometen resultados eficientes. Se trata de productos de limpieza o detergentes cuyos ingredientes o componentes muchas veces desconocemos.

Mucha gente se basa simplemente en el nombre o la marca sin considerar que también podemos limpiar la casa fácilmente con productos naturales. Por ejemplo, ¿sabías que el vinagre de manzana es un agente limpiador muy potente?
Con esto puedes hacer brillar las paredes de cristal de la ducha, pero también el lavabo del baño. El bicarbonato de sodio mezclado con agua es una solución increíble para pulir las superficies de cocción opacas y manchadas de su cocina.
Sin embargo, un error común que comete mucha gente es otro. Muchas personas no sólo se limitan a comprar productos tóxicos o nocivos, sino que también mezclan diferentes productos de limpieza. Eso es un problema. He aquí por qué nunca deberías hacer eso.
No debes mezclar estos limpiadores domésticos
¿Quién no quiere tener siempre un hogar limpio, ordenado y perfumado? Para desinfectar, pulir y darle brillo a cualquier superficie, compramos cada día muchos productos que prometen resultados increíbles.

Seguro que sabes que dependiendo de lo que necesitemos limpiar -suelos, cristales o la encimera de la cocina- se requieren diferentes productos de limpieza.
La mayoría de los productos disponibles comercialmente están elaborados con componentes químicos y sustancias tóxicas que pueden ser muy peligrosas. Un error que comete mucha gente es este: mezclan de forma inadecuada diferentes productos de limpieza del hogar pensando que pueden limpiar mejor cada superficie.
Nada podría estar más mal. Algunos productos de limpieza, como han demostrado varios estudios, contienen ingredientes activos que, mezclados con otros, sólo pueden causar daños. La lejía es un ejemplo. Compuesto por hipoclorito de sodio, nunca debes mezclarlo con ácido clorhídrico.
Estos dos agentes de limpieza juntos producen gases que, cuando se inhalan, son nocivos, especialmente para el sistema respiratorio. Asimismo, nunca debes mezclar lejía con alcohol etílico: los vapores que se generan al combinar estos dos productos son tan peligrosos que pueden actuar como anestésicos.
Tampoco se debe mezclar ácido clorhídrico con sosa cáustica: esto genera gases calientes que provocan lágrimas, tos y problemas respiratorios. La combinación de estos ingredientes que hemos mencionado da como resultado humos extremadamente peligrosos para el cuerpo humano. Pero eso no es todo.
Al mezclarse, los componentes de estos productos pueden quemar el plástico o los recipientes que los contienen. Por tanto, es necesario no sólo evitar mezclar diferentes productos de limpieza domésticos, sino también almacenarlos adecuadamente.
Por ejemplo, la lejía o el ácido clorhídrico nunca deben exponerse a la luz solar sino que deben mantenerse alejados de cualquier fuente de calor. Otro apunte: nunca debes ponerlos en contacto con metales ya que son corrosivos y pueden destruirlos.
Esto es lo que sucede cuando mezclas estos limpiadores domésticos. Casi todo el mundo lo hace, pero realmente es un gran error. Evita este error e intenta sustituir los productos de limpieza tóxicos o químicos por productos naturales.
