Mucha gente piensa que las esponjas de cocina sólo se utilizan en la cocina, pero ¡piénselo otra vez! De hecho, este versátil accesorio puede ser útil más allá de las paredes de esta habitación.
Las esponjas lavavajillas también pueden utilizarse en el jardín. Puedes aprovechar las ventajas de las esponjas para cuidar tu espacio exterior.
Esponjas de cocina usadas: ¿cómo reciclarlas en el jardín?
Hoy en día, la mayoría de la gente tiene la costumbre de tirar las cosas usadas a la basura y sustituirlas por otras nuevas. Sin embargo, la caza de los residuos lleva mucho tiempo en marcha y la tendencia es reciclar ciertos objetos cotidianos usados.
Así que olvídate de la papelera y reutiliza los objetos viejos de otras maneras para reducir los residuos. Las viejas esponjas de cocina, por ejemplo, pueden ser muy útiles para cultivar plantas en tu jardín.
Mezclar tierra y esponjas para estimular el crecimiento de las plantas
¿Buscas la mejor manera de reciclar las esponjas de fregar? En el jardín, puedes mezclarlas con la tierra. Para ello, necesitarás
- Unas tijeras
- Una esponja de cocina
- Una maceta
¿Cómo empezar?
Empieza cortando la esponja en pequeños trozos de 1 cm de ancho.
Rellena la maceta con tierra y vierte los trozos de esponja para crear una mezcla homogénea.
La función de los trozos de esponja es impulsar rápidamente el crecimiento de las raíces de tu planta gracias a los espacios vacíos. Las raíces no sólo necesitan agua para crecer. También necesitan una buena aireación para crecer correctamente.
Combatir los pulgones
Los pulgones son los peores enemigos de las plantas. Y cuando las afectan, son muy difíciles de eliminar. Puedes utilizar una esponja de cocina para neutralizarlos. Coge la esponja, mójala en el producto antipulgones y pásala por todas las ramas y hojas de tus plantas infectadas por las plagas.
Mantener alejados a topos y ratones
Los topos y los ratones también son criaturas capaces de arruinar los jardines. Para ahuyentarlos de tu jardín, utiliza una esponja vieja empapada en aceite esencial. Para ello, empapa la esponja en el aceite esencial y colócala bajo la tierra. Los topos no volverán por el olor, ni tampoco los ratones.
