
En muchos hogares ya no se utiliza la clásica cafetera, sustituida por la más rápida y práctica máquina de café de monodosis . Lo usamos con frecuencia y de buena gana, pero lamentablemente nos olvidamos constantemente de limpiarlo. Según el modelo, como mucho nos acordamos de vaciar el cajón de las cápsulas, pero poco más. Pues bien, debemos procurar limpiar este electrodoméstico periódicamente, ya que de ello también depende su eficacia. Y el sabor del café: una máquina sucia, con incrustaciones de cal y suciedad no puede producir un buen café.
¿Cómo limpiar la cafetera?

El gran enemigo de la cafetera es la cal . Prácticamente cualquier aparato que trabaje con agua tiene este problema.
Cada vez que preparamos un café debemos asegurarnos de haber eliminado cualquier resto de suciedad , quizás goteos de café o manchas diversas. Para limpiar las superficies basta con utilizar un paño húmedo y bien escurrido. Evidentemente esta maniobra debe realizarse cuando la máquina no esté encendida y se haya enfriado.
Pero este es un mantenimiento básico. Periódicamente, eso sí, tendremos que echar un vaso de vinagre de vino blanco en la bandeja de agua . Acto seguido activaremos la máquina para dejar fluir el vinagre y eliminar los restos de cal que queden en su interior. Si la máquina también hace capuchino , recuerda hacer circular el vinagre también por aquí.

De esta forma conseguirás eliminar la cal sin tener que utilizar productos químicos. La sugerencia es hacer funcionar la máquina vacía, sólo con agua y sin vainas unas cuantas veces después de usar el vinagre, para eliminar también los posibles residuos de vinagre . A menos que te guste un café con sabor a vinagre.
Pero hay máquinas que también cuentan con molinillo para los granos de café . Este también habrá que limpiarlo, pero ojo: no debes utilizar agua directamente, de lo contrario sus piezas acabarán oxidándose . Desmóntalo y límpialo utilizando únicamente un paño suave, húmedo y bien escurrido.
