No cometa el error de tirar el agua de mozzarella, ¡vale su peso en oro!

La mozzarella embolsada se almacena generalmente con un líquido blanco compuesto de agua y suero. Esta solución se llama suero y su función es mantener la blandura y el sabor del queso hasta que se abre el sobre para degustarlo.

Si tiende a tirar el suero una vez abierto el envase, va por mal camino. Este preciado líquido no sólo conserva perfectamente la mozzarella sobrante, sino que también puede utilizarse para muchas otras cosas. Descubra los numerosos usos alternativos de este líquido.

No tire el agua de mozzarella: ¡vale su peso en oro en el mundo culinario!

En primer lugar, con el agua de mozzarella se hace una deliciosa masa de pizza al estilo italiano. Todo lo que tienes que hacer es sustituir el agua de mozzarella por parte del agua utilizada para hacer la masa. No te preocupes, este cambio no afecta al sabor.

En cuanto a la textura, en cambio, notarás más suavidad. Puedes confiar en este consejo cuando prepares masa de levadura, masa para tortitas o rosquillas.

El zumo de mozzarella es un verdadero elixir a la hora de preparar legumbres. Las legumbres son muy difíciles de digerir. Por eso recomendamos remojar las legumbres en este zumo justo antes de cocinarlas, para aligerar su contenido en fibra natural.

Recomendamos dejarlas en remojo durante 12 horas para que las enzimas del zumo puedan descomponer la fibra de las alubias, lentejas y garbanzos secos.

¿De qué otra forma puedo utilizar el zumo de mozzarella?

A partir de ahora, no tires el agua de mozzarella: puedes utilizarla para hacer mousse de mozzarella. Aquí tienes los pasos a seguir:

Pon la mozzarella entera cortada en dados y su jugo en un cazo;

  • Añade un poco de leche;
  • Si quieres una receta salada, añade una cucharada de aceite de oliva;
  • Para el postre, puedes añadir una cucharada de nata;
  • Mézclalo todo en la batidora y sírvelo en verrines con un puñado de fruta fresca.

Por último, puede utilizar el jugo de mozzarella para equilibrar la acidez de la salsa de tomate. Esto es posible gracias al sabor ligeramente lácteo del agua de mozzarella. Para ello, espese primero la salsa de tomate antes de añadir poco a poco el agua de mozzarella.