
Hay alimentos en particular que son indispensables en casi todas las cocinas, ya que son muy versátiles, sencillos de preparar y sabrosos. Entre ellas se encuentra ciertamente el pollo, una de las carnes blancas más consumidas por ser baja en calorías y rica en proteínas; por tanto, perfecto para quienes quieren mantener la luz.
Sin embargo, se debe prestar especial atención a la cocción de este tipo de carne, ya que para un correcto consumo es importante que esté perfectamente cocida, evitando así que quede demasiado seca y provoque daños en el sistema digestivo. Muy a menudo, incluso de forma inconsciente, se cometen errores durante la preparación del pollo; así que averigüemos cuáles son, para poder cocinar este ingrediente de la mejor manera.

1 Lavar con agua
Entre los errores más comunes que se cometen sin duda está el de lavar el pollo con agua corriente. Según muchas personas, esta práctica debería eliminar los gérmenes y bacterias presentes en la carne. En realidad el efecto es el contrario, ya que el agua facilita su proliferación. Para eliminar las bacterias, simplemente frótelo con papel de cocina absorbente antes de cocinarlo hasta que esté completamente cocido.
2 Eliminación de piel
Especialmente cuando se sigue una dieta, muchos tienden a quitarle la piel al pollo antes de cocinarlo. Este paso no sólo es totalmente inútil, sino que tiende a secar nuestro pollo, haciendo que sea realmente difícil de saborear. De hecho, la piel crea una especie de cubierta que mantiene la carne jugosa. Sólo al final de la cocción decidirás si comerlo o no.
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3 Sea impaciente
A la hora de cocinar la primera regla a seguir es tener paciencia ya que cocinar diversos alimentos requiere tiempo. Para el pollo, por ejemplo, se necesitan al menos 10 minutos para obtener una carne sabrosa. También es buena idea precalentar la sartén para obtener un dorado perfecto.

4 Olvídate del adobo
Para poder obtener un plato muy sencillo pero a la vez sumamente sabroso, es buena idea realizar un adobo adecuado. De esta forma será posible disfrutar de una carne sabrosa y suave. Simplemente coloca la carne en una mezcla hecha con aceite, sal, pimienta, limón y tus especias favoritas.
5 Descongelación
Evidentemente este es un paso fundamental para cualquier tipo de alimento que necesite ser descongelado. El ingrediente nunca debe sufrir cambios bruscos de temperatura y por ello mismo no se debe cocinar inmediatamente después de sacarlo del congelador. Por ello es recomendable meterlo en el frigorífico al menos dos horas antes de cocinarlo, y luego al menos 30 minutos fuera de la nevera.
6 Usando el ablandador de carne
Como es bien sabido, el pollo tiende a secarse con mucha facilidad. Además, si se utiliza un ablandador de carne, esta posibilidad será aún mayor ya que cuanto más fina sea la rebanada, más seca quedará la carne una vez cocida.

7 Sartén demasiado llena
Durante la cocción lo mejor es dejar el espacio necesario para cada rebanada de pollo, para que cada parte se cocine lo mejor posible. De hecho, llenar demasiado la sartén provoca una mala distribución del calor y, por tanto, una cocción incorrecta del producto.