Mucha gente comete este error con el fregadero. Ten cuidado, no lo hagas demasiado.

Hace unos años con la llegada de la recogida selectiva de residuos aprendimos a gestionar los residuos de forma correcta y ayudar a la eliminación y el reciclaje. Sin embargo, durante nuestras operaciones de limpieza diarias, no siempre hacemos lo correcto. De hecho, a menudo tiramos sustancias y productos al fregadero . De esta forma no sólo ponemos en riesgo el funcionamiento de las tuberías, sino que también provocamos importantes daños al medio ambiente.

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Lo que nunca debes tirar al fregadero

Después de comer un buen pescado frito o cocinar unas patatas fritas, tiramos el aceite usado al fregadero, pensando que echando un poco de agua caliente inmediatamente después se disolverá. Este pensamiento es absolutamente erróneo. Los aceites vegetales, al igual que las grasas animales, pueden solidificarse dentro de las tuberías, creando acumulaciones que provocan bloqueos. El aceite usado debe recogerse en un contenedor o llevarse a una isla ecológica o a un centro de acopio, donde será dispuesto de forma correcta.

Además del petróleo, los productos químicos que utilizamos a diario para limpiar también acaban en las tuberías. Nunca se deben arrojar detergentes, disolventes y otras sustancias al fregadero porque además de corroer las tuberías, contaminan el agua. Por este motivo es importante disponer de estos materiales de forma adecuada, utilizando los contenedores que se encuentran en los centros de acopio.

posos de café

Otro error que la gente comete a menudo es enjuagar los frascos de medicamentos vacíos en el fregadero. Los residuos de medicamentos pueden filtrarse a las aguas subterráneas, alterando la calidad del agua y creando problemas. Cuando te encuentres con un medicamento caducado o terminado, deposítalo en los contenedores adecuados disponibles en las farmacias para que su gestión sea correcta.

Otra sustancia que se tira muy a menudo al fregadero son los posos de café. Estos residuos alimentarios se acumulan en las tuberías provocando averías y bloqueos. En lugar de desperdiciarlos innecesariamente, úsalos como fertilizante para las plantas o para eliminar malos olores de la casa.

Finalmente, muy a menudo, al preparar una receta que solo requiere el uso de la yema, la clara del huevo termina en el fregadero. Incluso en este caso, lo que parece un gesto trivial puede resultar perjudicial. En lugar de tirarlo, quizá puedas aprovechar para preparar una tortilla o unos ricos merengues.