
Trucos para renovar tu lavadora, utilizando sólo productos que tenemos en casa.
Cuando se les preguntó qué electrodoméstico utilizan más en casa, todas las mujeres responderían al unísono la lavadora. La lavadora quizás se haya convertido en uno de los pocos electrodomésticos que no pueden faltar en nuestros hogares.

Ahora todo el mundo la utiliza, pero pocos realizan un mantenimiento periódico y correcto que pueda hacer que la lavadora dure en el tiempo. Existen infinidad de remedios, pero para quienes disponen de poco tiempo y quieren recurrir a prácticas menos costosas, existen métodos eficaces con sustancias que simplemente encontramos en casa.
En primer lugar debemos acordarnos de limpiar el tambor de nuestra lavadora. De hecho, el uso de detergentes líquidos o en polvo puede dejar residuos que posteriormente provocan la proliferación de moho y olores desagradables.
Los métodos caseros que ayudan en la limpieza del tambor de la lavadora son los siguientes:
1. ácido cítrico
El ácido cítrico se utiliza directamente en el tambor colocando unas cuantas cucharas y programando un lavado a altas temperaturas. Este elemento aportará así un aroma agradable y además contrarrestará la formación de cal.
2. Carbonato de sodio

Este producto se puede utilizar directamente durante el lavado colocando unas cucharas y mezclándolo con detergente normal en el tambor con la ropa.
3. Pastillas para lavavajillas
Si además tenemos lavavajillas en casa, las pastillas que utilizamos para la limpieza diaria de los utensilios de cocina también serán perfectas para este procedimiento. Inserta uno directamente en el tambor de la lavadora para eliminar bacterias y suciedad residual. Recuerda iniciar un lavado a alta temperatura y listo.

Además de estos tres métodos, conviene observar pequeños gestos que podrían convertirse en una nueva rutina para mantener la limpieza y hacer que la lavadora dure en el tiempo.
Un buen consejo es no utilizar nunca una dosis mayor de detergente, sea del tipo que sea, porque no mejora en absoluto el lavado de la ropa.

Otro truco es limpiar siempre la junta de tu lavadora, donde se esconden más fácilmente todos los restos de suciedad. Cargar la lavadora más de lo necesario también es un mal hábito. Respeta siempre la carga estimada y reducirás el “fatiga” del aparato.
Finalmente, cuando termine un lavado, nunca cierre la puerta de la lavadora. De hecho, este debe permanecer abierto para permitir que su aparato se seque correctamente.