Si tus cubiertos están llenos de manchas de cal, utiliza este ingrediente para eliminarlas por completo. He aquí de qué se trata.
En Occidente, la cubertería se utiliza a diario. Por eso, cada día nos encontramos con una tonelada de vajilla y un montón de cubiertos de metal o acero inoxidable para limpiar en el lavavajillas.
Cubiertos: ¿cómo se quitan las manchas?
La mayoría de las veces, aunque friegues enérgicamente los cubiertos con detergente, siguen llenos de manchas de gotas de agua rica en cal. Antes de que descubras el ingrediente que acabará con las manchas de cal para siempre, aquí tienes algunos remedios naturales a tener en cuenta.
El bicarbonato sódico es uno de los ingredientes naturales más eficaces para limpiar tus cubiertos de metal o acero inoxidable.
Llena el fregadero con agua caliente y añade 4 cucharadas de bicarbonato. Sumerge los cubiertos en esta solución. El bicarbonato actuará como agente antibacteriano contra las manchas de cal.
El peróxido de hidrógeno también es una solución excelente para tus cubiertos. Utiliza peróxido de hidrógeno directamente sobre la esponja con un poco de bicarbonato sódico. Si las manchas son persistentes, sumerja los cubiertos en agua caliente con peróxido de hidrógeno.
Para este método, utilice peróxido de hidrógeno de 10 volúmenes, que es el más común en el mercado para uso doméstico.
Otros ingredientes que puedes utilizar para eliminar las manchas de cal de los cubiertos son el jabón amarillo que se usa habitualmente en las lavadoras.
Unta una bola de este jabón en una esponja y frótala sobre los cubiertos con agua caliente. El jabón deja los cubiertos brillantes y elimina cualquier resto de aceite.
Manchas de cal en los cubiertos: el ingrediente que las elimina para siempre
Existe un ingrediente súper eficaz que hará que tus cubiertos vuelvan a brillar como nuevos. Tienes este producto en casa pero nunca se te había ocurrido utilizarlo para esta operación.
Se trata del vinagre. Es tu aliado número uno para hacer brillar los objetos, ya sean de acero, cobre, plata o cualquier otro material.
Para utilizarlo, llena el fregadero con abundante agua caliente y añade un vaso y medio de vinagre. A continuación, sumerge los cubiertos en él durante unas horas.
Pasado este tiempo, quita las manchas difíciles con una esponja y aclara generosamente. Verás que tus cubiertos vuelven a estar relucientes.