Además de plagas, las malas hierbas son una pesadilla para los jardineros aficionados. No sólo afectan a la estética de tu espacio verde, sino que también perjudican el bienestar de las plantas vecinas. Las malas hierbas absorben la humedad y degradan la calidad del suelo al succionar todos los nutrientes que contiene. Por eso es vital adoptar la técnica infalible para eliminar las malas hierbas de una vez por todas, sin que vuelvan a brotar.
Malas hierbas en el jardín: con esta técnica no volverás a verlas
Eliminar las malas hierbas del jardín con productos químicos ya no es una opción, ya que debemos esforzarnos por dejar de utilizarlos debido a su impacto negativo en el medio ambiente.
Por supuesto, existen herbicidas naturales que han demostrado su eficacia, pero para asegurarnos de no volver a ver a estos enemigos de nuestro jardín, lo mejor es que te armes de valor de una vez por todas y realices un deshierbe manual.
No hay duda de que es una tarea ardua y que requiere mucho tiempo, pero puede considerarse la mejor manera de asegurarte de que nunca más tendrás que lidiar con las malas hierbas.
Para ello, necesitarás una desbrozadora, que puede arrancar malas hierbas grandes con raíces profundas. También necesitarás una azada para las malas hierbas pequeñas y no deseadas.
Malas hierbas: ¿cómo eliminarlas?
Estos son los pasos que debes seguir para eliminar correctamente las malas hierbas de tu jardín :
- Arranca o poda las malas hierbas con regularidad;
- Aplique suficiente abono para que el suelo sea más resistente a las malas hierbas;
- Cultivar plantas muy resistentes a las malas hierbas;
- Eliminar o cubrir con mantillo las hojas muertas alrededor de las plantas;
- Cubre los escalones con grava o mantillo;
- De vez en cuando, exponga las plantas a la luz del sol.
Algunos consejos para prevenir la aparición de malas hierbas
Una de las cosas más importantes que puedes hacer para evitar que crezcan malas hierbas en tu jardín es airear la tierra con regularidad. Asegúrate de drenar la tierra para evitar que las malas hierbas arraiguen profundamente.
Para evitar que estos enemigos germinen, cubre el suelo con mantillo para bloquear el sol. Por último, abona el suelo con materia orgánica para aumentar su resistencia.
