Limpiar cristales y espejos muchas veces resulta un trabajo aburrido y agotador, pero con estos trucos de la abuela limpiar será muy sencillo y mirarse al espejo se convertirá en un auténtico placer.
¿Cuántas formas conoces de limpiar cristales y espejos?
En este artículo te hemos desvelado el secreto para limpiar cristales y espejos con dos ingredientes que seguro tienes en tu despensa, un método que ahorra tiempo y energía.
En las siguientes líneas te desvelamos algunos trucos para eliminar los odiosos halos y manchas de condensación de espejos, cristales, ventanas ¡e incluso de la cabina de ducha! ¿Listo para descubrir de qué se trata?
Primer remedio: limón
El limón es un aliado muy preciado si decidimos utilizarlo para limpiar. No sólo desinfecta sino que también deja un aroma delicado y fresco. Exprime dos limones y mézclalos con 500 ml de agua, luego rocía sobre cristales y espejos, frota con un paño de microfibra y seca con periódico.
Segundo remedio: vinagre
En un recipiente con vaporizador, mezcla 200 ml de vinagre blanco con 200 ml de agua, añade unas gotas de tu aceite esencial favorito y agita bien. Pulverizar sobre las superficies a pulir, frotar y secar. Aquí te explicamos cómo proceder.
Tercer remedio: patata
Este remedio es muy antiguo y se utilizaba cuando nuestras abuelas aún no tenían la posibilidad de utilizar todos los productos que encontramos hoy en el mercado.
Corta una patata grande por la mitad , frótala sobre el espejo a limpiar, humedécela con un paño de microfibra húmedo y enjuaga con un paño de algodón.
Cuarto remedio: talco para bebés
Este remedio resulta interesante no sólo porque permite obtener cristales y espejos brillantes y transparentes, sino también porque aporta un muy buen aroma a nuestro baño , como sólo el talco puede hacerlo. Cogemos 100 g de talco, lo mezclamos con 250 ml de agua, agitamos bien, luego pulverizamos sobre el vaso y enjuagamos.
Quinto remedio: harina
Este método se recomienda para cristales y espejos sucios de cal, como por ejemplo la cabina de ducha. Cogemos 100 g de harina y añadimos agua hasta obtener una mezcla homogénea . Aplicamos sobre la superficie con una esponja , luego enjuagamos con un paño de microfibra húmedo y secamos.