Limpie su horno en 5 minutos: ¡se acabaron la grasa y la suciedad con el método del aluminio!

¿Cómo limpiar el horno con el truco del aluminio? Aquí te explicamos cómo decir adiós a la suciedad y la grasa más resistentes.

Los hornos son uno de los electrodomésticos que tienden a ensuciarse rápidamente con grasa y residuos quemados. Pero la limpieza de este electrodoméstico a menudo se descuida y se deja para más tarde.

Y mientras tanto, la suciedad se acumula y se hace más difícil de manejar y eliminar. Sin embargo, si pones en práctica este truco poco conocido, podrás dejar tu horno superbrillante y como nuevo.

Limpiar el horno: ¡nunca ha sido tan rápido y fácil con este increíble método!

Todo lo que necesitas para este método es una hoja de papel de aluminio y una pastilla de limpieza para lavavajillas. Mucha gente no sabe que esta pastilla puede hacer maravillas en otros contextos además del lavavajillas.

Para ello, introduce la pastilla en un recipiente con agua hirviendo para disolverla. ¿Cuál es el siguiente paso?

Para deshacerse de las incrustaciones rebeldes que suelen carbonizarse en el horno, hay que recurrir a los trucos más potentes del oficio.

El uso de un desengrasante y un simple paño húmedo no es suficiente para eliminarlas, ya que hay que lidiar con marcas de grasa y manchas negras carbonizadas.

Para deshacerte de toda esta suciedad, tienes que hacer algo diferente.

Para ello, tienes que ablandarlas con una solución de agua y pastilla de lavavajillas. Con una esponja de lavavajillas empapada en el líquido, empieza a fregar las paredes interiores y el cristal de tu horno.

Esta limpieza inicial habrá eliminado la primera capa de suciedad de las superficies y notarás que tu esponja se ha vuelto negra. Lava la esponja y pásala de nuevo por las superficies para eliminar los residuos.

Si sigues sin estar contento con el resultado, es hora de probar el método más eficaz. Para ello, humedece todas las superficies con el líquido hecho con agua y una pastilla de lavavajillas. A continuación, extiende una hoja de papel de aluminio sobre toda la superficie y déjala actuar durante 5 minutos.

Pasado este tiempo, retira suavemente el papel de aluminio y verás que toda la suciedad se ha quedado adherida a él. A continuación, haz bolas con el papel de aluminio y utilízalas para frotar los restos que queden.