Huesos de albaricoque: ¡no los tires! ¡Aquí tienes 3 maravillosas ideas para reciclarlos!

Melones y sandías no son las únicas frutas estrella de la temporada estival. Con su bonito color naranja y su aspecto carnoso, el albaricoque es también una fruta imprescindible por sus abundantes nutrientes, entre los que destacan el hierro, el magnesio, el selenio, el potasio, el zinc, el cobre y el ácido málico. Pero eso no es todo.

Esta fruta es también una generosa fuente de vitaminas B, C y E y antioxidantes. En resumen, esta fruta está repleta de beneficios nutricionales que sería una pena perderse.

Sin embargo, cuando se comen albaricoques, se tiende a tirar el hueso, que se considera inútil. Sin embargo, este pequeño hueso puede reciclarse de muchas formas inesperadas. En este artículo, descubre 3 ideas estupendas para reutilizar los huesos de albaricoque.

Para lastrar la masa de la tarta

Cuando se prepara una tarta, se suele hornear previamente la masa. Para evitar que se hinche, el consejo de la abuela es utilizar judías o un molde más pequeño. Sin embargo, también puedes utilizar huesos de cereza o de albaricoque para que la masa sea más pesada. De esta forma, la masa quedará perfecta y, cuando esté dorada, podrás retirar los huesos.

Para escurrir la tierra

Guarda los huesos de albaricoque para airear la tierra y asegurar un buen drenaje. En lugar de poner bolas de arcilla en el fondo de las macetas o plantas verdes, utiliza los huesos de albaricoque, más baratos y eficaces. Así no tendrás que gastarte dinero en el centro de jardinería para comprar elementos de drenaje. No olvides dejarlas secar al sol antes de usarlas para evitar que broten en las macetas.

Cultivar un albaricoquero

Si te gusta plantar, seguro que sabes que los huesos de los frutos pueden convertirse en una futura planta. Además del aguacate, que es la fruta más conocida para cultivar, hay mangos, melocotones, limones y, por supuesto, albaricoques.

Para cultivar un pequeño frutal muy pronto, primero hay que armarse de paciencia. En el caso de los albaricoques, se recomienda recurrir a la estratificación para germinar los huesos. Es fácil de hacer: pon los huesos bien limpios en la nevera o en una bolsa de plástico bien cerrada durante unos 60 días.

A continuación, deje que los huesos se ablanden colocándolos en una toalla húmeda dentro de una bolsa de plástico en un lugar cálido y alejado de la humedad. Al cabo de unos días se formarán raíces. Entonces podrás plantarlos en una maceta.