¿Tienes un huerto que necesita mucho riego? Es posible plantar hortalizas y plantas sin utilizar agua. Esto es posible gracias al método Fukuoka, una técnica japonesa muy apreciada por los jardineros experimentados. Cambiará tu vida cotidiana.
Si quieres una cosecha abundante, tienes que cuidar bien tu huerto. No sólo hay que abonar, sino también regar.
Y si le dijera que puede cultivar sus hortalizas sin agua, ¿me creería? Sí, puedes hacerlo si utilizas el método Fukuoka.
Cultivar hortalizas sin agua con el método japonés Fukuoka
Desde hace muchos años, a todos nos han enseñado en la escuela que las plantas, las verduras y las frutas necesitan agua para crecer en las condiciones adecuadas. Por eso pasamos mucho tiempo regando el jardín y la huerta, utilizando las mejores técnicas de riego.
Pero se acabó malgastar agua regando si utilizas esta revolucionaria técnica sin agua. Se trata del poco conocido sistema Fukuoka, muy apreciado por los expertos en jardinería.
El método Fukuoka: ¡la mejor técnica para un resultado impensable!
El método japonés Fukuoka se basa en 4 principios.
No trabajar nunca la tierra
No tiene sentido labrar su jardín o huerto, ya que las raíces y los pequeños animales realizarán movimientos naturales para darle forma de forma natural. De este modo, no dañarás la microfauna.
No arrancar las malas hierbas ni los insectos
El principio de este método es muy sencillo. No son las malas hierbas ni los insectos los principales culpables del deterioro de tus plantas y hortalizas. De hecho, se debe a un sistema desequilibrado que no proporciona una buena salud a tus frutas, flores y verduras.
Por eso, evita eliminar las malas hierbas y utilizar productos químicos para matar las plagas. Deja que la naturaleza haga su trabajo, siguiendo su ritmo natural.
Nunca utilices abonos artificiales ni pesticidas
Estos compuestos químicos son muy perjudiciales para el medio ambiente y alteran el equilibrio natural.
No utilice nunca agua
Nunca debes utilizar agua, excepto cuando trasplantes o trasplantes tus hortalizas. En ese momento, el agua puede ayudar a las raíces a asentarse en la tierra.
