¿Has oído hablar alguna vez de la técnica de las “tres hermanas”? Es un método que puedes adoptar enseguida para conseguir plantas que crezcan rápidamente. He aquí cómo.
Septiembre es una época crucial para los aficionados a la jardinería. El verano toca a su fin, pero la cosecha continúa en los campos y jardines, y aún no es tarde si quieres sembrar algunas variedades.
Para ello, te recomendamos que experimentes con métodos de cultivo revolucionarios, como la técnica de las “tres hermanas”, para asegurarte hortalizas en abundancia.
Huerto: ¿qué es el método de las “tres hermanas”?
La técnica de las “tres hermanas” o Milpa es un antiguo método de cultivo intercalado utilizado por los norteamericanos desde hace varios siglos. Su principio básico es la combinación de tres cultivos principales: maíz, judías trepadoras y calabaza.
Cada tipo de planta potencia el crecimiento de la otra, creando un buen equilibrio para optimizar el crecimiento de cada hortaliza.
La técnica de las “tres hermanas”: haz las combinaciones adecuadas para un huerto abundante
A continuación te explicamos cómo sacar el máximo partido al inteligente método de las tres hermanas:
- Maíz: es la primera planta que debe crecer en tu huerto. Para ello, procura formar una estructura vertical que ayude a las judías trepadoras. Además, proporcionará sombra a las demás plantas y equilibrará el suelo.
- Judías trepadoras: estas plantas trepadoras crecerán alrededor del maíz enroscándose en los tallos altos. Enriquecerán el suelo fijando el nitrógeno, una sustancia esencial para el crecimiento de las plantas.
- Calabaza: se planta cerca del maíz y las judías. Se consideran un mantillo natural, que reduce las malas hierbas y preserva la humedad del suelo.
Si combinas estos tres cultivos a la perfección, podrás cosechar innumerables beneficios. En primer lugar, son plantas complementarias que pueden aprovechar al máximo el espacio. Como resultado, los jardineros pueden producir una buena cosecha incluso con un huerto muy pequeño.
Las judías aportan muchos nutrientes, por lo que no es necesario abonar la tierra. Además, las hojas de la calabaza protegen el suelo, por lo que no es necesario desherbar.
